jueves, 15 de junio de 2017

UAG, el gigante se tambalea

Juan Sartori dueño de Union Agriculture Group (UAG), un gigante del campo en Uruguay en dificultades

La empresa Union Agriculture Group (UAG), que también comprende al Fondo de inversión Unión Capital y a Union Mineral Group, le debe 24 millones de dólares al Baco República. Según la institución bancaria ese crédito está en la categoría 5, es decir, irrecuperable.


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Estos son





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La empresa Union Agriculture Group (UAG), una de las de mayor expansión en la última década, tiene una deuda de 23. 7 millones de dólares con el Banco República, que la institución financiera catalogó de como de Categoría 5, es decir "incobrable", informó Búsqueda.
Con el banco estatal la empresa tiene créditos vencidos por 18.5 millones de dólares. El BROU está en alerta ya que su cartera de deudores viene aumentando en los últimos tiempos por la dificultades de algunos clientes, uno de cuyos casos más sonados fue el de Fripur.
Como cartera morosa, UAG figura en las bases de datos del Banco Central un total de US$ 23.7 millones de dólares.
Un atraso de pago de más de 120 días es considerado como "Categoría 5" y se considera "irrecuperable". UAG posee garantías por 40.5 millones de dólares.
El grupo empresarial también tomó créditos con bancos privados como Itaú, Scotiabank, BBVA, Heritage, por casi 39 millones de dólares.
Esta deuda, se bien tiene al menos dos meses de atraso, está calificada en categorías que indican una "capacidad de pago comprometida" o "muy comprometida".
La empresa dio a los bancos garantías reales que "eran buenas", dice Búsqueda. Pero empezó a tener dificultades financieras que llevaron a recurrir a otros prestamistas a tasas del 10%. Así fue que se "sobregiró" y empezó "la calesita".
El informe del semanario señala que si la situación empeora, golpeará a sus cerca de 400 accionistas internacionales "de primera línea".
"Si no cobran puede haber un problema grandísimo para Uruguay y su reputación", según una fuente consultada por Búsqueda.
UAG es una megaempresa que llegó a Uruguay de la mano de Juan Sartori, un joven uruguayo educado en Suiza y en Estados Unidos, y se financió en principio -según la información divulgada por la propia empresa- con capitales propios y fondos de pensión europeos.
Según Búsqueda, fue Sartori en persona quien negoció la ampliación del crédito ante el BROU. Originalmente, tenía un crédito de 11 millones contratados. Pero años después se amplió a 36 millones de dólares.
La fuente dijo al semanario que la empresa siempre tuvo "muchos contactos" con el gobierno de José Mujica. Desde el BROU, se nagarn a hacer comentarios a la publicación.
MEDIO BILLÓN DE DÓLARES
Desde 2008,, Union Agriculture Group invirtió medio billón de dólares en Uruguay en proyectos que van desde la genética animal hasta cría de ganado, cultivo de granos, lecheria y otro sinfín de rubros. Por ejemplo, forma parte de uno de los tres consorcio que produce marihuana para el Estado.
En 2016, compró los activos del consorcio argentino El Tejar, en una de las grandes operaciones de los últimos años

>>> El dueño de la marihuana
La regulación del consumo y distribución de marihuana dio un paso importante en octubre, cuando adjudicó a dos empresas la tarea, que va a llevarse a cabo en un predio situado en san José, detrás del Penal de Libertad.
Las empresas elegidas son Iccorp, perteneciente a Unión Agriculture Group (UAG), dirigida por Oscar Costa y liderada a nivel mundial por el empresario Juan Sartori

Cosecha de trigo de Union Agriculture Group en Uruguay.


 Buenos Aires


Uruguay natal en 2008 después de realizar sus estudios en Europa y Estados Unidos, Juan Sartori fundó Union Agriculture Group (UAG) a partir de una plantación de arándanos y de su capacidad para convocar a diferentes inversores internacionales. Pocos años después, al calor de los altos precios internacionales de las materias primas que impulsaron la economía uruguaya, la compañía se convirtió en una de las más grandes del sector agropecuario del país sudamericano y en la primera empresa del sector en hacer una opa en la Bolsa de Montevideo en varias décadas. Pero el rápido crecimiento, con compras y arrendamientos de grandes extensiones de tierra por los que llegó a explotar más de 170.000 hectáreas, se convirtió en un problema cuando comenzaron a caer los valores de las materias primas agropecuarias (soft commodities), como el café, el cacao, azúcar, maíz, trigo, soja, frutas o ganado.
En 2016, con pérdidas operativas de 60 millones de dólares al último cierre de sus estados contables, la empresa se vio obligada a desprenderse de importantes activos para hacer frente a una difícil situación financiera.
Antes de eso, la compañía encabezó los titulares de varios periódicos de la región en 2014, cuando se quedó con las 67.000 hectáreas que operaba en Uruguay uno de los grupos agropecuarios más grandes de Argentina, El Tejar, que vendió el 100% de sus activos en el país por 170 millones de dólares. Con las nuevas tierras, UAG aceleró su producción de granos, una actividad que, antes del auge de los precios de la soja, era muy minoritaria en Uruguay —en comparación con la predominante ganadería— pero luego se transformó en uno de los sectores exportadores más importantes. El momento elegido por UAG, sin embargo, no fue el más conveniente para una adquisición tan grande.





En cifras


Es dueña de unas 100.000 hectáreas en Uruguay, pero llegó a poseer 138.000 y a administrar un total de 170.000.
En 2014 compró el 100% de los activos uruguayos de El Tejar, uno de los grupos agropecuarios más grandes de Argentina, que operaba 67.000 hectáreas en el país vecino.
En los últimos resultados presentados, la empresa registró una pérdida operativa de unos 60 millones de dólares.
Su equipo de profesionales incluye unos 100 “especialistas en agricultura”.

Una mala coyuntura

La operación se concretó cuando los precios de la leguminosa, que entonces superaban los 500 dólares la tonelada, comenzaron una caída hasta los valores actuales, de alrededor de 350 dólares. La empresa no exporta directamente sus productos —entre los que destacan también el arroz, el ganado vacuno y ovino y la leche—, pero, a causa del reducido tamaño de la demanda del mercado interno, la mayoría tiene destino final en el exterior.
En UAG afirman que uno de los rasgos que “diferencian” a la empresa es su integración vertical. En 2013, la compañía comenzó un proceso de adquisición de participaciones en Granosur Holding Limited hasta alcanzar prácticamente la totalidad de las acciones en marzo de 2015. El grupo extendió así su actividad a la comercialización, transporte y logística de granos.
Ya en enero del año pasado, el consejero delegado de la compañía declaró que no era momento de hacer más inversiones. “Estamos poniéndonos al día con algunas situaciones de desajuste que se dieron por la caída internacional de los precios agrícolas, pero también por el negocio de la compra de El Tejar, que se hizo en un momento que no era el más apropiado. Esa operación está terminada y nos costó algún sudor y alguna lágrima”, reconoció.
De esa situación dan cuenta los últimos estados financieros presentados, correspondientes al ejercicio cerrado en junio de 2016. Los auditores indican que la empresa tuvo ingresos por ventas de unos 60 millones de dólares, pero las pérdidas operativas fueron de un monto similar, y a ello se suma que mantenía utilizadas la totalidad de sus líneas de crédito bancarias disponibles. Además de los menores valores de los productos que comercializa, se mencionan los bajos rendimientos obtenidos en las cosechas por unas condiciones climáticas adversas como causantes de los valores negativos. “Todos estos factores proyectan una duda significativa sobre la capacidad de la sociedad para continuar como un negocio en marcha”, añade el documento firmado por ­Ernst & Young Uruguay.
Al tiempo que se presentaban esos resultados, la dirección ponía en marcha un “plan de adecuación” del modelo de negocios de la sociedad con el propósito de obtener ingresos mediante, por un lado, el incremento de las operaciones en colaboración con otros productores, que permite compartir el riesgo y reducir la actividad productiva de agricultura y ganadería; y, por el otro, la venta de activos “no estratégicos”. Pero la reestructuración, además de despidos y la reducción de sus existencias ganaderas, incluyó también la venta de tierras propias. La cantidad de hectáreas de UAG se redujo a alrededor de 100.000 desde las 138.000 que llegó a poseer.
Los directivos de UAG aseguraron que la empresa no se está retirando del sector, pero se negaron a dar mayores detalles sobre su situación. Afirman, en cambio, que el grupo está “en pleno proceso” de una opa en Canadá, aunque tampoco ofrecieron precisiones sobre cuál es la sociedad que dará ese paso.
Según los últimos resultados presentados por UAG, SA (Montevideo), más del 99% de las acciones de la empresa son propiedad de Union Agriculture Group Corp, radicada en las Islas Vírgenes Británicas. Esa sociedad dominante es a su vez una filial de Union Group, una compañía privada fundada también por Sartori y que ha invertido en varios países de América Latina, sobre todo en el sector energético y el de hidrocarburos. A mediados de 2014, el fondo canadiense Dundee aumentó su porcentaje de capital accionario en UG hasta alcanzar el 40%.



>>> Ver además: 


http://elmuertoquehabla.blogspot.com.uy/2014/02/reforma-agraria-estatista-es-posible.html
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