jueves, 27 de noviembre de 2014

Posibilismo Resignado

Intención Revolucionaria, nuestra contradicción
Gabriel -Saracho- Carbajales, 
26 de noviembre de 2014, Primavera de la Dignidad.-

 
Hemingway decía algo así como que necesitamos un par de años para aprender a hablar y unos sesenta para aprender a callar...

Pero, no hay caso, al menos para unos cuantos de los que hemos hecho de la palabra un arma de combate político-social, una herramienta de agregarle valor a las ideas y de sembrar ideales hasta el último suspiro, callar, en cualquier circunstancia, se siente como el abandono de la lucha, como una inconsecuencia filosófica, como voltear prematuramente al rey asediado, aun cuando ya estemos rodando la cuesta abajo de la aventura de rodar nuestra existencia vitalmente, y tendríamos que haber aprendido lo que sabiamente sentenciaba el gran escritor norteamericano refiriéndose a cosas que, sin duda, trascienden el territorio particular del aprendizaje del uso adecuado de la retórica en la comunicación humana.

Habría que tener obsesivamente presente la sabiduría de Hemingway para evitarnos, muchas veces, el resultado opuesto a lo que pretendemos lograr empuñando la palabra como arma de reafirmación de convicciones y de trasmisión de percepciones o reflexiones que consideramos certeras.

Pero no. No podemos con el genio y con frecuencia convertimos la palabra en vana varita mágica, facilitando que quienes nos escuchen o lean, reciban nuestras palabras como simple cháchara de viejos porfiados y aburridos (injustamente, muchas veces, porque no se trata de que lo que decimos no tiene sentido, sino que lo que no tiene sentido es decirlo cuando sobre el asunto que opinamos, están todas las cartas repartidas y cada jugador, en el acierto o en el error, tiene ya irreductiblemente elaborada su propia y terminante “estrategia”, aunque unos minutos después de la partida se quiera meter en un pozo de pura vergüenza y de puro amor propio subestimado).

A 120 horas del segundo tiempo del “gordo cívico” de noviembre del 2014, no hay ya ni un solo “indeciso” por más que algunas encuestadoras nos hablen de su existencia en porcentajes tan caprichosos como las predicciones del más chambón del gremio de los tarotistas de la lucha de clases. 

Todos sabemos, garbanzos más, garbanzos menos, quiénes han ganado y todos sabemos quiénes hemos perdido ya en esta enésima segunda vuelta “civilista”, sin importar demasiado ni la justicia ni la razón individual o colectiva...

El Domingo 30 de noviembre de 2014, se reeditará el efecto multiplicador subjetivo y masivo del tercer espejismo de “crecimiento, desarrollo y prosperidad” de nuestra joven historia. En lo esencial, volverá a producirse a las mil maravillas el mismo fenómeno de ilusión industrializada que solamente es realizable cuando la oferta “democrática” supone una reanimación mínima de la esperanza y cuando la demanda procede de casi un pueblo entero encantado por creaciones ideológicas magníficas, que pueden serlo aun si en lo medular lo que prime sea el chiquitaje y hasta la burla que deslumbran y encandilan como reciclados espejitos de colores, más o menos, según el lugar real que ocupemos en esta sociedad en concreto y según las expectativas que haya podido tallar en nosotros la poderosísima maquinaria de producción y reproducción de ideología del sistema capitalista en el que estamos indiscutiblemente metidos hasta el cuello y con un horizonte de socialismo que parece muy lejano y utópico.

Podríamos estar ya leyendo las tapa del diario del lunes con sus inexorables titulares, contemplando esta vez lo inédito y relevante de arriba de 350.000 “voluntades” que no respaldarán a ninguno de los dos candidatos (los habilitados que se abstengan, también son “voluntad ciudadana”, por cierto).

Y la verdad de la milanesa, es que lo que debe preocuparnos de estos nuevos-viejos resultados electorales a quienes hemos pasado la vida predicando con el arma de la elocuencia militante en función de ese “otro mundo posible” del que no dejamos de hablar ni aun cuando deberíamos callar, son dos grandes cosas:

1.- El gran triunfador del domingo será el posibilismo resignado que nos dice que “estar bien” es “no estar peor”, y que “es lo que hay, valor”. Triunfará, triunfó ya, algo más serio y jorobado aun que el mismo neoliberalismo: triunfó una filosofía paciente y concientemente enseñada “de arriba a abajo”, que es nefasta no solo para cualquiera de las alternativas modélicas del capitalismo, sino también para cualquier proyecto declarativamente partidario de la “democracia popular” y “los cambios de fondo”.

2.- En esta “pequeña” multitud de pueblo que no le dará el voto ni a Lacalle ni a Tabaré, hay un número en apariencia poco significativo de lo que, si hablamos de indecisión, serían los “indecisos” entre no ir a votar, hacerlo en blanco o anulando su voto. Hay un número poco significativo para las estadísticas, pero muy significativo contrastando con el posibilismo conformista. Hay una importante fuerza político-social en estado embrionario que cuenta aunque no haya tenido a su disposición ni cámaras ni micrófonos; que ha sabido callar, puede decirse, y que tiene las “buenas intenciones” revolucionarias que no abundan y que se nos aparecían, hasta hoy, como “utopismo nostálgico” exclusivo de las tolderías de la tribu a la que ligera y burlonamente unos cuantos llaman “izquierda radical”.

Así que, si hay que ponerle un título a la contradicción “principal” inmediata, no es otro que el de “posibilismo / intención revolucionaria”, y, más tarde, más temprano, ella seguirá desarrollándose y resolviéndose donde debemos resolver todas nuestras contradicciones “no antagónicas”: en el seno del pueblo, en los barrios, en los centros de trabajo, en los ámbitos estudiantiles, rompiendo moldes de vida político-social que ya están rotos y cuyos pedazos hay que lanzar al viento como cenizas del pasado.

Pues el posibilismo no es natural al pueblo -mucho menos al pueblo trabajador-; es la prótesis que se le ha impuesto en ausencia de voluntad autocrítica ante una derrota histórica plenamente vigente para quienes no han podido comprender que, calladamente, este pueblo ha tenido, más que “intención”, verdadera esperanza revolucionaria, defraudada y temporariamente reducida a la efímera ilusión de que “estamos bien” porque “no estamos peor” (y se sabe: los mismos factores externos que explican el tercer espejismo, serán los que nos bajen a tierra y vuelvan a mostrarnos, cuando los espejitos de colores se hagan trizas otra vez, la tragedia de una dependencia y una vida miserable para las que no hay otra salida que el socialismo (pero no un socialismo de campañas electorales e histriónicos candidatos que no podrían ser “socialistas” ni siquiera en la versión más lavada de la palabra socialismo).

Este posibilismo resignado que es natural solamente  para los que sí viven el “crecimiento, el desarrollo y la prosperidad”, nos lo impusieron, y lo venceremos en la lucha fraterna de ideas y en la acción política enérgica que amalgama a los pueblos.

Y el fenómeno NBA -hay que creerlo o reventar- nos dice que en la rebeldía antielectoralismo de hoy, podemos vislumbrar un futuro de agitaciones sociales que hallarán su cauce transformador cuando desde bien abajo sean zurcidos, creativa y revolucionariamente, los hilitos dispersos y atomizados de un movimiento popular oriental que aprenderá -que está aprendiendo- que nuestro socialismo será el socialismo de toda América Latina (revolución y no caricatura de revolución) o no será, y que cada vez que un ser humano sea martirizado como hoy lo son los estudiantes mexicanos, todos seremos martirizados y sentiremos el derecho y el deber de ser y resistir luchando frente a una brutalidad burguesa y una misma injusticia que no conocen de fronteras de ninguna especie y que no podremos derrotar atrapados en las reglas de juego de una clase que sobrevive gracias al engaño y la violencia sistemática, creciente y degradada a la simple categoría de mafia internacional.




El domingo pierde el pueblo.-

 

Jorge Rossi Rebufello


 Todos los uruguayos/as ahora sabemos que el país no es pa' tomarlo en serio,sabemos ( y estamos de acuerdo ) que es 1 país en joda,que aceptamos vivir en la mentira. Desde el que le dió su nombre a la avenida + larga de Montevideo - genocida y traidor - cuyos herederos sobreviven hasta ahora,hemos transitado una historia vergonzosa y mentirosa que X lo visto,vamos a continuar dentro de 120 horas.-
El partido del genocida y traidor duró casi 2 siglos,pero eso no quiere decir que lo medular mudó.La prueba es que el espíritu (pa' llamarlo de alguna manera), las "convicciones",los baratos intereses que  mueven a éste pueblo tan particular,siguen siendo los mismos. Nada mudó de aquella multitud de 800.000 ciudadanos/as que apoyaron a la dictadura fascista durante 1 docena de años que despanzurró al paisito.-
 Gracias a ese conveniente caldo de cultivo cómplice aquí no pasó nada y el brujo Sanguinetti le cambió el uniforme castrense X 1 traje ciudadano a los milicos y se barrió toda la mierda pa' abajo de la alfombra,hasta ahora y sólo reclaman los parientes de los 212 desaparecidos (incluyo los 2 pilotos del Fairchild de AIR CLASS) .-
 Como 1 regalo caído del cielo a la oligarquía le cayó ésta competente cuadrilla de "izquierdistas" escaladores arrepentidos ,que vinieron a renovar el verso y mantuvieron encendida la imprescindible llama de la esperanza de la gilada que genera plusvalía y paga impuestos sin protestar ,y a la que se arrea obedientemente cada 5 años pa' legitimar la estafa.-
Un país es su pueblo. La realidad que se vive no es otra cosa que la sumatoria de las individualidades ,la decisión colectiva,la voluntad del "soberano",sin importar que ya esté en la 3a. generación de analfabetos,ni que esté desinformado,engañado y manipulado.-

 Así es el juego: el vivo vive del zonzo, y el zonzo de su trabajo.-
 Mi haraganería me lleva a la simplificación:la ÚNICA fórmula es: informarse,organizarse,financiarse,armarse y asaltar el poder. No será la ideal pero es la que enseña la historia y la realidad de todos los días.-

 La realidad ES, pero hay que tener la capacidad de interpretarla.-

 Lo patético es que la mayoría de la humanidad sigue creyendo,apostando,sustentando y defendiendo el modelo de la minoría que la explota,la engaña y la oprime.-

 Reconocer que se está viviendo equivocado es muy duro y se necesita honestidad y coraje pa' reconocerlo;principalmente en 1 pueblo conservador,pancista y parásito como el oriental,glorioso ganador de 4 copas mundiales de fútbol.- Suerte el domingo en el partido Pluma Blanca/Cuquito. El que vá a perder es el pueblo,cómo siempre.-

                                                              MAU-MAU   (La flor,y un .38, son para el Bebe).-

                                                                        




Las salidas del laberinto
Héctor Sergio Napoli


“No hay oportunidad en una Revolución para los farsantes, no hay oportunidad en una Revolución para los acomodaticios, no hay oportunidad en una Revolución para los ambiciosos, no hay oportunidad en una Revolución para los mediocres, no hay oportunidad en una Revolución para los débiles y cobardes”   Fidel Castro Ruiz

Los desafíos que plantea ese laberinto llamado Progresismo son múltiples y contradictorios ente sí. Las nuevas forma políticas ofrecidas a los pueblos latinoamericanos como alternativa “válida” para un mejor vivir dentro de lo que denominan capitalismo bueno y humano, comienza a mostrar sus límites, los predicadores de esta teoría salida de la intelectualidad del Partido Demócrata norteamericano  ejemplifican este concepto en forma de consumo, arma usada como manera de contención de formas socializantes que permitan romper el sometimiento al corsé económico y social al que es sometida nuestra Patria Grande y nuestra Comarca.
En nuestra Comarca la derrota político-militar de la izquierda en la década de los setenta, la implantación de dictaduras que a sangre y fuego prescindiendo de los altísimos costos sociales permitieran aplicar lo que se llamó el neo-liberalismo, el posterior derrumbe de estas y su transición a democracias rigurosamente vigiladas.
El posterior derrumbe del “paraíso de los Soviet” y la multi polaridad que de esto emergió nuevamente, permitieron ofrecer a los pueblos latinoamericanos nuevas formas políticas de dominación, democracias mas abiertas  (súper-estructuras jurídico- políticas mas abiertas y conciliadoras) pero a condición de que estas se mantengan en los márgenes de la actividad económica, del saqueo perpetuo y sus necesarios derivados financieros, es decir transferencias de capitales, legalización de “productos financieros”, etc.
Todo está permitido mientras no se vea cuestionada la relación entre la política y la economía, donde el determinismo económico como base conceptual condiciona y  elimina cualquier vestigio de lo político dejando al margen cualquier idea de soberanía política e independencia económica, dicho de otro modo, renunciar a ser Nación.
Años de dominación conceptual y un aparato represivo intacto sin depurar, con amplios márgenes de impunidad son los que garantizan una estructura productiva basada en elementos económicos primarios como la minería extractiva a cielo abierto, la instalación de pasteras de celulosa, las producciones transgénicas como el maíz y la soja, la extensión del área de cultivo  de eucaliptos genéticamente modificados, la continua autorización de “Zonas Francas” (pequeñas ciudades modelo) se convierten en los nutrientes de una economía dependiente de la especulación de los mercados. Reafirmando a nuestra Comarca en su rol histórico de país periférico, capitalista dependiente, exportador de materias primas hoy elegantemente denominadas “comoditi” lo que implica la misma vulnerabilidad económico -social que un corcho en el agua.
Resolver el tema de la relación entre la política y la economía es vital para una izquierda que atrapada en el laberinto Progresista duda al momento de auto-definirse, amputándose inconscientemente  la posibilidad  de la  construcción de un modelo alternativo.
Romper esta cultura hegemónica, disputarle al capital ese concepto  de que la historia comienza y termina a partir del mismo es imprescindible para reencontrar un pensamiento libertario que permita generar los puentes culturales de un modelo de sociedad nueva.
Investigar en el pensamiento latinoamericanista de Mariátegui, del Che, de Sendic, constituyen una necesidad pero a su vez una herramienta  político-ideológica que permite disputar ese concepto de país, cabecera de puente para los capitales transnacionales y plataforma de  agresión  a sus pares en la región, convirtiéndolo en  territorio en disputa camino a un horizonte revolucionario.
Poner nuevamente al centro del debate la realidad, desterrando la virtualidad política, retomar el pensamiento de la política como forma de ver, sentir, administrar la convivencia entre pares, poniendo al ser humano en el centro de cualquier actividad es determinante,  que la economía, la gestión y la administración deben de estar al servicio del ciudadano para avanzar  debe estar siempre y claramente presente, este concepto debe estar por encima de cualquier otro concepto material.
Desterrar el concepto de que la economía está separada de la política rompe  la columna vertebral del pensamiento colonial liberal, que solo busca garantizar las amarras de la dependencia.
Una de las puertas de salida a este laberinto es llenar el vacío dejado de lado por el Progresismo y que debe dar respuestas correctas para la construcción de una fuerza de izquierda revolucionaria capaz de ser visualizada por los más como una alternativa real y concreta.
Esto sin duda exige grandes esfuerzos y grandes sacrificios personales y colectivos pero seguramente  muchos menos de los que producirán este espejismo de desarrollo capitalista cuando nuevamente el fracaso de la aventura liberal haga pagar sus costos a todos, especialmente a los trabajadores.
Se ha verificado una mutación genética dentro de la izquierda, esta mutación a sido llamada Progresismo, y es precisamente esta mutación la que mete sobre el centro de la cotidianidad  nada menos que valores intrínsicos al ser humano, como es el tema de que relacionamiento nos debemos o queremos dar para convivir, nos pone de frente a temas éticos, nos interroga sobre temas metodológicos, nos desafía sobre temas ideológicos.
Tenemos delante de nosotros a una casta dirigente incapaz de ser generadores de nuevas propuestas, sus ideas y programas están totalmente acotados a generar productos electorales de consumo masivo más que a dar respuestas claras a las diferentes realidades  de las personas, de los ciudadanos, de esos que ellos eufemísticamente llaman  cuerpo electoral.
Y precisamente de esas diversas realidades, del diferente relacionamiento laboral generado no solo por las nuevas tecnologías sino también por una economía que creció y por esta misma razón genero bolsones de “trabajadores informales”. Es de donde debemos partir nuevamente.
De los diferentes modelos de tenencia y acaparamiento de la tierra y sus diversas producciones, que generan diferentes modelos de desarrollo y con ello nuevas y diferentes formas  de relaciones laboral. Las cuales todas conservan el denominador común de la explanación capitalista, de generar cada día mas plus-valor que garantice la acumulación.
Es de ahí, de lo concreto de una realidad que no cambia por leyes y decretos, jamás hechos cumplir por los que tienen el deber social o institucional del control que se debe partir para empezar a deslumbrar una salida del laberinto.
Claro que como en todo laberinto las “trampas”, las puertas falsas confunden y retardan, ellas están destinadas justamente a no permitir encontrar la salida. El (el sistema) hegemoniza el entramado jurídico-político-económico-financiero-propagandístico y militar, y son justamente estos los terrenos que le debemos disputar, todos esos elementos están unidos entre si por el tema cultural tema al cual debemos prestarle la mayor atención posible porque sencillamente es el tema que permite ser hegemónico. Porque hoy por hoy debido al retroceso en el plano cultural el mayor y duro enfrentamiento se da en el plano de las ideas.
Pero el problema es mucho mas profundo, debido a que las fuerzas de izquierda o así llamadas, e identificadas por la gente han perdido el impulso renovador, creativo, esta usina de pensamiento que a lo largo de su  rica historia le había permitido disputarle la hegemonía cultural y política al pensamiento del capital y sus diferentes formas políticas, hoy quedo entrampada en la teoría económica “del derrame”, esta teoría fracasada en toda Europa y en el mismísimo EE.UU. nos viene propuesta por los Progresistas como una autentica novedad.
“Novedad” esta que no resiste en mas mínimo análisis serio, si lo despojamos del envoltorio de caras austeras que parecería que siempre tienen razón, de los desayunos de ADM, de los almuerzos del Hotel Radison, de esos fines de semana de “trabajo” en Punta Ballena, no les queda nada, solo el futuro de Grecia, de España o Italia ellos lo saben.
Lo que si permite la “teoría” progresista es la estrecha y productiva vinculación entre  la casta y el empresariado, los financitas, los especuladores, etc.
Pero debemos tener muy presente los futuros e inmediatos desafíos, deberíamos afinar nuestra inteligencia, agudizar nuestra percepción, desprendernos de los subjetivismos personales y seguir caminando porque no hay laberinto que no tenga salida.

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