lunes, 3 de febrero de 2014

El reposo del guerrero

La planta sagrada

por Hugo Bruschi     en el AÑO DE LA DIGNIDAD




Hace algún tiempo, un periodista amigo me confesaba su preocupación: cómo sería el Uruguay político post-Mujica. Desde el punto de vista de su profesión, se lo imaginaba un país triste. Las entrevistas, los reportajes y la cobertura, carecerían de ese aderezo, esa especie de condimento que este hombre le aporta a sus intervenciones. Incluso la prensa internacional que lo destaca del resto de los presidentes, por sus salidas, sus ideas, sus formas de ser y su flexibilidad para vincularse. Y desde este punto de vista perdemos todos. La industria de la diversión, se queda sin materia prima. Quien animará los eventos internacionales, quien mediará entre guerrillas y estados, quien llegará hasta el mismo Rockefeller y George Soros, para abrirles la puerta a un experimento masivo de jóvenes drogados, quien podría haber tenido la brillante idea de legalizar el cultivo y uso de la marihuana? Se trata indudablemente de un hombre, más allá del bien y del mal, de izquierdas y derechas, de lo que dice y lo que hace. Estaremos en presencia de un aventajado, de un visionario, de un mesías que ilumina nuestros pasos, de una suerte de padre de la Patria que se permite el lujo de perdonar en nuestro nombre, los más horrendos crímenes que nuestro "espíritu de revancha" no lo permite? 

Será este personaje contradictorio que mejor interprete el sentimiento nacional, la idiosincracia de todo un Pueblo? Yo creo que sí. La virtud de este hombre descansa en su olfato, es un gran conocedor del Pueblo uruguayo. Lo que no quiere decir que ese conocimiento, sea usado para sacar al país de este triste presente, sino que por el contrario lo alimenta permanentemente. Dividió al pais entre los que comían todos los días y los que comían salteado, según él. Sin importarle que quienes comían todos los días fueran laburantes, porque de los ricos no se necesita hablar cuando de comer se trata. Ellos no tienen estos problemas. Y a partir de ahora, esos laburantes tendrían que cargar con la culpa de consumir comida y alguna otra cosa. "No hay sueldo que alcance con el gasto consumista" y su mujer en el senado "no habrá jamás aumento que alcance, mientras no dejen de consumir". Se refería a los sueldos de los maestros. Esta gente tan amante del sistema capitalista, parece no entender algunas reglas del juego. Nunca se preguntaron cuanta gente quedaría desocupada si no hubiera consumo?  Y los que antes no comían - según  él - ahora comen, pero no nos dice en que condiciones.... esa es su habilidad. Reduce la lucha a una cuestión de cuchillo y tenedor, para luego decir que es "muy fácil criticar cuando se come todos los días". Pero no dice hasta cuando un país puede continuar con su política asistencialista. No habrá llegado la hora de erradicar la pobreza? Seguramente que no conviene, pues habría que echar mano a algunas medidas drásticas, que los ricos no comparten. Mejor seguir así y además los usamos como clientelas electorales. Pero una persona jamás podrá comer con dignidad, si para ello tiene que extender la mano. Es la forma más elegante de humillar a un ser humano.

Entonces uno se pregunta, porqué luchaba esta gente y la respuesta no puede ser otra que por protagonismo, por sillones que antes ocupaban otros, por los cargos y los viajes, por los sueldos y los privilegios. Usando la filantropia para conseguir votos, en lugar de reforma agraria para transformar la realidad económica del campo, hoy en manos extranjeras. Hablando de Paz y de perdones, basados en el silencio y el miedo, en la criminalización de la protesta, tildando de radicales a quienes piden justicia ante tantos crímenes cometidos, presentando proyectos extranjeros como de interés nacional, hipotecando nuestra soberanía. Cómo se pudo llegar a esto? Y la respuesta que encuentro es, que para llegar a estos estados pasivos de la conciencia, es menester primero quebrar y doblegar las esperanzas. Es la resignación que acepta lo que nos ofrecen, cómo lo posible y por ende aceptar al menos malo. Y mientras este estado caótico, de renuncia permanente a los mismos postulados fundacionales del FA, de circo diario dentro y fuera de fronteras, ahora quiere el Sr.Presidente y su Ministro de Defensa,sumir al país que ya "está de olvido, siempre gris" - como decía Cátulo - en el peor de los silencios frente a delitos que averguenzan al ser humano. Delitos considerados como de lesa humanidad en el resto del mundo, pero ocultados como comunes en el Uruguay, para verguenza propia y ajena. 


Qué compromisos tenían estos oscuros personajes con los militares? 

Llegado el punto final, una especie de aquí no ha pasado nada, ahora falta la Libertad tan pregonada para los viejitos presos, los pocos presos que tiraron a la arena del circo. Pero lo más preocupante, no es lo que esta gente pueda hacer, ya nada nos sorprende y esto no lo descubrimos ayer....... lo más alarmante es la indiferencia de buena parte del Pueblo que seguramente no sabe ni le importa, lo que dijo el nuevo Jefe del Ejército. Ellos estan formando el equipo para el mundial y carnavaleando. Otros fumando y plantando para vender en el barrio. Dicho con otras palabras, el clima ideal para PLUNAS-ARATIRIS- y PUNTOS FINALES.


lun feb 3 2014
La bancada de Diputados del Frente Amplio envió una carta al Comité Nobel de Noruega postulando al presidente José Mujica para el Premio Nobel de la Paz.

La carta firmada por la diputada y coordinadora de la bancada Susana Pereyra sostiene que Mujica es "un ejemplo de vida, que se aprecia en su trayectoria personal, las prioridades que ha tenido en tanto gobernante con respecto a problemas que son de la humanidad toda, así como su estilo de vida austero y solidario con las circunstancias en que viven muchos de nuestros iguales".






"Encarcelado por más de una década en condiciones no aptas para la vida humana, ha sido un tenaz constructor de caminos que contribuyan a la igualdad social y el respeto de los DDHH", remarcan.

Los diputados ponen sobre la mesa las leyes de marihuana, matrimonio igualitario, aborto, empleo juvenil y Plan Juntos como algunas de las más progresistas normas promovidas por Mujica. Además resaltan su lucha contra el narcotráfico.






"En un mundo que ve seriamente amenazada su viabilidad como hábitat de la especie humana, José Mujica vive de forma de no comprometer el futuro de las generaciones venideras. El consumo desenfrenado al que los mercados impulsan nuestra vida cotidiana es contrapuesto por una forma sencilla de vida, sin lujos ni excesos, siendo su honradez su principal valor, ejemplo para muchas personas en el mundo que buscan ejemplos de honestidad y coherencia", prosigue la carta.



Los diputados destacan también que "esta forma de vivir es acompañada por gestos de solidaridad y de desprendimiento de lo material solo apreciables en muy pocas personas a nivel planetario" y, como ejemplo, afirman que Mujica dona el 80% de sus ingresos como presidente.





Rechazo del premio Nobel por Sartre ... se acuerdan?
Enviado por Jorge Zabalza


El día que Sartre rechazó el Nobel


Por Jorge Moreno Matos

En toda la historia del Premio Nobel, ningún capítulo más polémico que el que protagonizó Jean Paul Sartre al rechazarlo en 1964. Cuarenta años después, esta es la historia de aquel escándalo. El escándalo Sartre.

“No es lo mismo si firmo Jean-Paul Sartre
que si firmo Jean-Paul Sartre, Premio Nobel”
 

Veinticuatro años después de su muerte y a cuarenta de haber rechazado el Nobel, el recuerdo de Jean Paul Sartre renegando del premio seguirá despertando pasiones, polémicas y libros como ningún otro escritor laureado con el galardón sueco lo ha hecho. Apenas hace un par de años, por ejemplo, un miembro renegado del Comité Nobel, Lars Gyllensten, publicó sus memorias y, entre las justificaciones de su renuncia a la Academia Sueca e indiscreciones no muy bien recibidas, deslizó uno que otro chisme.


Indiscreción o chisme, el que más revuelo causó en las páginas de su libro fue le que afirmaba que diez años después de rechazar el premio, Sartre consultó al Comité Nobel, a través de un intermediario, si era posible cobrar el dinero del mismo. Los sartreanos del mundo entero, que todavía son muchos, leyeron con indignación la noticia y rasgándose las vestiduras pusieron el grito en el cielo. Hubo incluso algunos incrédulos que se preguntaron si podía ser cierta semejante afirmación. ¿Sartre, el combativo y comprometido Sartre, pidiendo dinero? Un recuento de los sucesos de aquel año podría ayudarnos a encontrar respuestas a estas interrogantes.


EL ESCANDALO
En 1964, el año del escándalo, los favoritos eran varios. Pero había un consenso generalizado de que el autor de “La Nausea” sería el ganador. No se equivocaron. Y quien menos se equivocó fue el propio Sartre, que incluso una semana antes, en una carta fechada el 14 de octubre y dirigida al Comité Nobel, había anticipado inequívocamente que no deseaba el premio. Enfatizaba, además, que no deseaba privar “a algún otro concurrente de la posibilidad de recibirlo” (y recompensarlo con los 52,000 dólares de aquel entonces). Agregaba que renunciaba por adelantado “para no cometer la indelicadeza de rechazarlo en caso de que le fuera conferido”. Consecuente consigo mismo, cumplió su palabra.
El 20 de octubre la Academia Sueca anuncia su veredicto ("por la calidad de sus escritos, su anhelo de la verdad y la influencia fundamental que su pluma ha ejercido en estos tiempos") e inmediatamente Sartre hace saber el suyo: lo repudia, no lo quiere. Se desata entonces un escándalo con ribetes de guerra civil entre la intelectualidad francesa. Sartre, acostumbrado a desencadenar encendidas polémicas y encarnizados debates en el mundo literario francés, ya sea por sus declaraciones o sus libros, terminó arrastrando a toda Francia en éste.

LAS REACCIONES
Simone de Beauvoir, 1908-1986Agravios e insultos fueron lanzados con tal virulencia que media Francia se vio obligada a defender al “pequeño hombrecillo de los ojos desviados, aquel que parece saberlo todo”, de la otra mitad que pedía su cabeza. "Excrementalismo sartreano", "hiena dactilográfica", "delincuente del espíritu”, fueron entre muchos los denuestos lanzados contra el autor que alguna vez había escrito (¿premonitoriamente?) que "el infierno son los otros".
A esta andanada de lindezas, Sartre contesta con libros, los mejores salidos de su portentosa inteligencia. "Las palabras", uno de los más bellos libros de memorias jamás escrito, pertenece a la época de este alboroto. La inquina de sus enemigos achacó pronto la actitud de Sartre a una supuesta venganza contra el Comité Nobel por el desaire que jamás les perdonó de habérselo otorgado antes, en 1957, a Albert Camus. Una infamia más sin fundamento alguno.
El reproche vino de todos lados. Recibió cartas por centenares de gente humilde que lo impulsaban a aceptar el premio para que donase el dinero que rechazaba. Hasta la prensa rosa entró a terciar en el asunto: adujo que lo había rechazado para que Simone de Beauvoir, su compañera sentimental por décadas, no se sintiera celosa.
¿Pero cuáles fueron, entonces, las verdaderas causas para rechazar el premio pecuniario de mayor prestigio al que cualquier escritor aspiraría?

LAS RAZONES
Tres días después de haberlo rechazado, el 23 de octubre, un aviso en el diario L´Figaro, pagado por el propio Sartre, daba cuenta de las razones de su negativa. En éste manifestaba que no aceptaba el premio porque no quería ser "institucionalizado por el Oeste o por el Este". Era la respuesta natural del eterno contestatario en un mundo bipolar que las generaciones de ahora no han llegado a conocer. Lamentó que su negativa hubiera dado lugar al escándalo. Aclaró que enterado del carácter irrevocable de las decisiones de la Academia, él había buscado anticipadamente prevenir que el elegido fuera él para evitar todo lo que ya había previsto sucedería y sucedió. Concluía afirmando que bajo ningún aspecto su negativa debería interpretarse como un desprecio hacia el pueblo sueco al cual manifestaba su afecto.
Pero lo que debió poner punto final al escándalo, y que en modo alguno ayudó a detener los insultos y la controversia, ya que el eco de estos se dejaría oír por mucho tiempo todavía, lo constituye la entrevista que concedió a la revista francesa Le Nouvel Observateur el 19 de noviembre de 1964.
En esta entrevista, a la pregunta del periodista de por qué rechazó el premio, Sartre contesta sin ambages: “Porque estimo que desde hace cierto tiempo este premio tiene un tinte político”. Ante la pregunta de si es consciente de lo que puede hacer con el dinero que esta rechazando, responde: "Nadie me puede exigir que renuncié, por 200,000 coronas, a los principios que no son sólo de uno sino compartidos por todos los camaradas". Y se explaya aún más hasta ser concluyente: “En la actual situación, el Nobel es otorgado objetivamente a los escritores de Occidente o a los rebeldes del Este”. “Encuentro esta insistencia en otorgármelo un poco ridícula”, sentenció finalmente.
Una paradoja más de Sartre fue convertirse en un Nobel sin Nobel. Es decir, aunque él lo rechazó, su nombre siguió figurando entre los laureados muy a pesar suyo (“el laureado nos informa que él no desea recibir este premio, pero el hecho de que él lo haya rechazado no altera en nada la validez de la concesión”, se limitó a informar Estocolmo). Algo que para muchos constituyó una afrenta a su memoria. Y para otros, una indeclinable gloria a la cual jamás pudo sustraerse.

* Publicado en el Diario El Comercio, de Lima, el 7 de octubre de 2004



1 comentario:

  1. por Hugo Bruschi en el AÑO DE LA DIGNIDAD
    QUE MAS SE PUEDE AGREGAR ANTE TANTA INDIGNIDAD
    FELCITACIONES

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