viernes, 23 de septiembre de 2011

El narco cartel de Colonia





Viernes, Septiembre 23, 2011
Nueva amenaza por investigar el caso “Andrés Trigo”


El periodista Fredy González del programa Sosteniendo la pared que se emite todos los sábados en Claridad FM de Colonia del Sacramento, denunció al aire que recibió amenazas, primero en forma de mensajes de texto y posteriormente una llamada a su teléfono de linea.

Lo que sigue el el relato de Freddy Gonzalez sobre el hecho:



Hoy sábado 10 de setiembre, a las 17:18 hs. recibí un primer mensaje de texto donde ofrecían “comprarme”.
Ese mensaje dice: “González, sabemos que sos la clave de la investigación del caso Trigo. Sabemos que este mensaje podrá ser visto por la policía. Pero no se moleste, en breve este número desaparece. El motivo del presente es que dejando las cosas como están, económicamente usted podría solucionar todos sus problemas de por vida, si dejamos todo como está y nosotros nos encargamos del silencio del delincuente Piriz Brun.
Entendamos este que no es más que un tipo sin valor. Espero su respuesta, saludos”.
Al, por supuesto, no responder a ese mensaje, a las 17:30 me llegó otro ya de tono amenazante si no “cumplo con lo que ellos piden”.
Ese mensaje dice: “Quiero sea de su conocimiento que no estamos lejos del delincuente, como piensan, y al alcance de toda su familia. Por tal motivo no sería muy difícil poder llegar a él. Y siendo usted un hombre inteligente creemos que no va a desperdiciar la oportunidad que le acabamos de ofrecer. Su extendido trabajo sería muy bien gratificado. Tome esto muy en cuenta y no deje pasar el tiempo. Crea que de no colaborar las cosas van a empeorar para usted y mucho señor Fredy”.
Y posteriormente recibí una llamada en mi teléfono de línea donde alguien con voz neutra (posiblemente editada con un robot informático, a los que se accede muy fácilmente) me “sugirió” lo siguiente: “Piénselo bien y tome una buena decisión”
Tanto los mensajes como el llamado partieron del celular 093878114.
Claro, en todos los casos se trató de mensajes anónimos, y yo no respondo a mensajes anónimos, como tampoco tengo precio para que alguien pretenda comprarme.
Inmediatamente denuncié todos los detalles del hecho, al aire, en mi programa Sosteniendo la Pared, que se emite todos los sábados en Claridad FM de Colonia, y el abogado de la familia Trigo, Dr. Ricardo Durquet, estará presentando la denuncia judicial a primera hora del próximo lunes.
RESPONSABILIZO en primera instancia por esta y otras amenazas perpetradas en los últimos cuatro meses a la JUEZA PENAL DE COLONIA DRA. BEATRIZ LARRIEUX, quien a un mes de tomar declaración al recluso Piriz Brun en aquella sede judicial aún no ha determinado la constitución del nuevo equipo investigador que trabaje sobre las nuevas pruebas presentadas, lo cual instiga a la impunidad con que estos individuos actúan.
Las otras amenazas fueron realizadas los últimos meses contra Sandra Trigo, Walter Trigo y la madre, cuñada y hermano adoptivo de Alejandro Piriz Brun.

Andrés Trigo, el joven que fue asesinado en forma no tan misteriosa en agosto de 1998.
Se necesita mucha complicidad para que un crimen sea perfecto
LA REPUBLICA recibió una carta de la señora Olga, abuela de Andrés, donde hace referencia a una carta que le envió a Hugo Pintos Funes, quien era el jefe de Policía de Colonia en el momento en que se produjo el asesinato.

El ex jefe de Policía de Colonia, Pintos Funes, le dijo a un amigo que sabía quién era el policía que mató a Andrés Trigo.

Se trata de un caso sin precedentes, donde jamás se pudo avanzar en la investigación, debido a que la propia Policía de Colonia se encargó de arruinar la escena del crimen, eliminando cualquier posible indicio que pudo haber sido levantado por la Policía Técnica.

Pintos Funes dejó su cargo y vino otro jefe que tampoco pudo aclarar el crimen. Luego fue nombrado el inspector Ricardo Bernal, actual jefe de Policía de Colonia y el misterio continúa, pese a que los sucesivos ministros del Interior, Hierro López y Guillermo Stirling, prometieron hacer todo lo posible para aclararlo.

La abuela de Andrés, le decía a Pintos Funes: "Yo sé que usted sabe todo, se lo pido por Dios y por su madre, por sus hijos y por sus nietos, por favor, ¡diga todo lo que sabe!".

"Yo sé que hay personas poderosas detrás de este horrendo crimen, que no sólo mataron a Andrés, sino que destrozaron a toda una familia. Todos los días de mi vida le pido a Dios que se sepa la verdad, para irme de este mundo en paz. ¿Qué fue lo que vio mi nieto, para que se marcara su vida joven?".

"Le pido por favor que hable ya. Yo soy una abuela que ya no puede soportar más este sufrimiento".

"Hoy debo decir que tras mandarle esta carta a Pintos Funes, por intermedio de un amigo, éste me contestó que Pintos Funes le había dicho que desde el primer día él supo quién fue el policía que mató a Andrés".

"Pasó el tiempo y este amigo me dijo que lo invitaron junto con su esposa a comer un asado en la cárcel de Libertad y que allí estaría el hermano de Pintos Funes, que es un buen guitarrista y también estaría él.

"Le pedí por favor a mi amigo que le dijera a Hugo Pintos Funes que yo quería hablar con él, como abuela y como madre, donde él me diga.

"Me mandó decir que fue un caso muy complicado y que nunca se aclararía..."

El ex comisario Hugo Pintos Funes: Lo sabe muy bien
Lo que dice el padre

Walter Trigo y su esposa, padres de Andrés, cada vez que se cumple fecha del asesinato, encabezan una marcha hasta el frente del Juzgado de Colonia, donde leen una proclama, señalando sospechosos y dando elementos. Pero la investigación no avanza.

El dato fundamental aportado por Walter es que el día del crimen, a las 8 de la mañana se recibió una llamada telefónica en la Jefatura de Policía indicando que había una persona muerta o herida en una camioneta, pero no acudió nadie.

La Policía de Colonia llegó cuatro horas después de recibida esa llamada y nunca se abrió sobre este hecho una investigación sumarial de parte del Ministerio del Interior.

Se conoció una grabación en la cual se comprueba que la ex novia de Andrés ofreció dinero para que le quitaran la vida. Pero ella no tenía dinero, lo cual quiere decir que era una intermediaria.

Asimismo, reveló Walter Trigo el nombre del policía que le mostraba a otro funcionario los dólares que recibió por el asesinato. Quien mostraba el dinero había sido amante de la ex novia de Andrés y ese mismo policía, según Walter Trigo, ese día llegó tarde a la guardia que debía cumplir en Jefatura a la misma hora del asesinato.

Más adelante se supo que el comisario Romero que mandaron de Montevideo, grabó una conversación entre dos delincuentes y Mario Hernández, el ex policía dueño del "pub" "Bucaneros", ofreciendo dinero para matar al joven Andrés Trigo. Este Hernández huyó a Buenos Aires, donde fue detenido. Ultimamente se pidió su extradición, pero la misma no puede prosperar porque debe estar debidamente documentada.

Todos estos hechos fueron investigados debidamente por los comisarios Romero y Trezza, enviados especialmente desde Montevideo por orden del ministro del Interior, escribano Guillermo Stirling. Los imputados fueron llevados ante el juez y quedaron en libertad al no poder comprobarse las acusaciones. Siempre se volvía a "fojas cero" cuando había que presentar las pruebas que necesitaba el juez Gerardo Siri.

Este crimen, a casi cuatro años, sigue impune. Pero es bueno recordar que por aquella misma fecha -agosto de 1998- también fue asesinado el mafioso narcotraficante archiconocido en Colonia, "Lillo" Martínez.

El asesinato de Martínez, sobre quien Pintos Funes dijo que "todos en Colonia sabían que lo iban a matar", ¿era acaso un eslabón importante en el crimen de Andrés Trigo? En Colonia, todos saben algo del crimen del joven Andrés, pero nadie aporta una sola prueba. Cuando Pintos Funes dijo que "jamás se aclararía", sabía lo que estaba diciendo. *

La República  | Miércoles, 10 de abril, 2002
El crimen del narco "Lillo" Martínez

Representante de la más pura estirpe de delincuentes que hicieron dinero con el transporte de drogas, "El Lillo", como lo conocían en Carmelo, fue asesinado cuando salía de un bar que solía frecuentar. Nunca se aclaró quién fue su asesino o quién ordenó terminar con la vida ostentosa que llevaba Martínez, en contraste con los habitantes comunes de la localidad.
Murió y allí terminó la historia. Sintieron alivio los amigos a los que prestó abundante sumas de dinero. Sintieron alivio los dirigentes políticos locales, que no sabían cómo explicar su presencia cerca de ellos, pese a que se le adjudicaban varias muertes, entre ellas la del empresario de Maldonado Orlando Sabattoni. También sintieron alivio los policías que "El Lillo" tenía contratados para salir a cobrar deudas de algunos remolones, que intentaban olvidar el vencimiento de algunos préstamos generosos que les había extendido.
Los únicos que lamentaron verdaderamente su muerte, además de su familia, fueron los dirigentes y simpatizantes de Wanderers, el club de barrio que a fuerza de dinero fresco inyectado por Martínez obtuvo varios campeonatos consecutivos en el torneo local.
Hoy el club lucha por sostenerse en la Primera División y los pocos que quieren acordarse del paso del narcotraficante por el club recuerdan una noche en la que Martínez recibió un llamado a través del que se le avisaba que Interpol había librado orden para su captura: "Este llamado me costó quince mil dólares", dijo lacónico, acostumbrado a meter mano en el bolsillo para pagar amigos que le hacían de campana.
Nadie estuvo la tarde del nueve de abril para avisarle que alguien lo esperaba en las sombras, cerca de su flamante BMW, para ejecutarlo de tres certeros disparos.

Hubo un testigo

La Policía mostró interés en esclarecer el crimen, pero las actuaciones duermen hoy en un estante del Juzgado de Carmelo. Sin embargo, meses después, un agente que prestaba servicios en la cárcel departamental descubrió un testigo que la noche del homicidio pasó por el lugar y vio la cara del asesino.
Este testigo --cuyo nombre está en poder de LA REPUBLICA, que lo mantiene en reserva por cuestiones de seguridad-- aparece en el acta que el policía suscribió ante sus superiores en la que daba cuenta cómo se había enterado de la presencia de esta pieza clave.
"Transcurrían aproximadamente diez días del homicidio de la persona que en vida fuera 'Lillo' Martínez cuando aproximadamente siendo la hora 23 concurrí al comercio (menciona la dirección) para comprar una bebida, cuando el hijo del propietario del comercio, de nombre Roberto, me manifestó que tenía conocimiento de un testigo ocular del momento del homicidio de Lillo Martínez", comienza su relato, de acuerdo al documento obtenido por LA REPUBLICA.
El agente indicó: "Esto me causó sorpresa debido a la situación, por lo que procedí a preguntarle el nombre del mencionado testigo", agregó. El comerciante le dijo el nombre y al otro día concurrió junto a un superior a la casa: "Una vez en el domicilio del mencionado testigo, (nombre del superior) éste le pregunta si efectivamente había visto algo de la muerte de 'Lillo' Martínez. En una primera oportunidad le manifiesta que no había visto nada, pero cuando yo comencé a narrar todo lo que me había manifestado el comerciante adujo que sí, que había presenciado el momento cuando mataban a Martínez".
"Al preguntarle si era posible reconocer por medio de una foto al homicida contestó que sí, por lo que luego de haberle mostrado varias fotos identifica al homicida siendo (da el nombre)". Ese testigo identificó al asesino frente a los policías que lo interrogaron, aunque luego se desdijo ante el juzgado.
En setiembre de ese año el agente identificó a un testigo, y consta en el acta labrada en la cárcel el día 1º de setiembre de 1999 --apenas cinco meses después del asesinato-- tomada por el entonces subcomisario Leo Urrutia. El imputado por el testigo es un delincuente que se encuentra hoy en prisión, pero que en su momento se vinculó sentimentalmente a una de las personas que fue el brazo ejecutor del empresario Sabattoni. Siempre se dijo que Martínez estuvo en el lugar y fue el autor intelectual del crimen, cuando los hermanos Gabriela y Víctor Maldonado mataron al empresario esteño.
El acta con la declaración del testigo murió como Martínez, en una gruesa carpeta que puede verse en los abarrotados estantes del Juzgado de Carmelo. El juez Carlos Colmenero nunca profundizó en la causa, que, a pesar de este punto, permanece estancada y parece que nada ni nadie logrará activarla. *




Hoy amenazado después de este video
http://gonzalezmensuario.blogspot.com/2011/09/nueva-amenaza-por-investigar-el-crimen_11.html

El delincuente Alejandro Píriz Brum, que está procesado por el homicidio de Maurilio "Lilo" Martínez en Carmelo y por coautoría del homicidio de Andrés Trigo.


Alejandro Piriz Brum declaró por caso Andrés Trigo en el Juzgado de Colonia 16.8.11
Alejandro Piriz Brum declaró por caso Andrés Trigo en el Juzgado de Colonia
Durante cinco horas, declaró el viernes, Alejandro Píriz Brum ante la Jueza Beatriz Larrieu. Lo hizo en el marco de la causa de homicidio de Andrés Trigo Fonte, ocurrida el 17 de agosto de 1998. Desde hace cuatro años, Piriz Brum está procesado en directa vinculación con este expediente, por el delito de “Coautoría de homicidio”, y desde hace dos, procuraba por todos los medios, de retornar ante la Sede Judicial coloniense, para ahondar en sus declaraciones. De las actuaciones, el primer procesamiento fue a la ex novia del joven ultimado, pero el tema aún no ha sido resuelto. La investigación no ha podido arribar aún a conocer el móvil y los responsables directos del homicidio.
TRECE AÑOS SE CUMPLEN EL MIÉRCOLES
Andrés Trigo, fue hallado muerto de dos disparos en la cabeza, en la mañana del 17 de agosto de 1998. Su cuerpo, yacía sobre la parte del acompañante.
Esa madrugada, el joven había salido abruptamente desde el Club San Carlos, donde atendía la cantina en una vermouth bailable. Muchas cosas pasaron y ríos de tintas se escribieron. Hipótesis y especulaciones. Una gran cantidad de interrogantes se abrieron a partir de ese momento, y la vida de esta ciudad cambió sustancialmente.
MARCHAS
Decenas de marchas se realizaron cada 17 de agosto, en reclamo de Verdad y Justicia.
“Lo mataron porque Andrés vio algo que no podía ver”-dijo Walter Trigo su padre, mientras prometió llegar hasta el esclarecimiento total, “para que Andrés pueda descansar en paz”. El dolor de la familia era acompañado por un pueblo que se encontraba conmovido.
Varios equipos de investigación formó la Jefatura de Policía. Hasta el Jefe de la época, Insp. Hugo Pintos Funes dejó su cargo.
“Si el joven vio algo que no podía, es porque estaba donde no debía estar”-dijo con palabras que provocaron incluso la intervención de la Junta Departamental.
Fueron cientos de personas que pasaron por la esfera judicial. Hasta Mario Soria “El marito” fue indagado durante 70 minutos por el Dr. Gerardo Siri el 25 de octubre de 2005. Los inspectores Rodolfo De los Santos y Adolfo Hernández actuaron fuertemente en aquel entonces.
El tema de las drogas, estuvo dando vueltas en torno a las especulaciones sobre el caso. También una supuesta amenaza de la novia de Andrés, que despechada habría pedido a un ex policía que manejaba un pub nocturno, para que contratara a alguien y darle “un susto a Andrés”. La joven que cuando fue procesada tenía 29 años y un hijo, desde su casa en el Establecimiento de Piedra de los Indios, junto a una pequeña hija que nació estando ella en prisión ha sostenido a íntimos que no habla para preservar la vida de sus pequeños y prefiere seguir tranquila como hasta ahora.
Policías, varias personas particulares, cientos de testigos, todos quedaban directa o indirectamente en vilo, por un caso enigmático y comprometido.
“Andrés ya no era el mismo” o “vio algo que no podía ver”, fueron frases que quedaron prendidas.-había dicho en una entrevista exclusiva que la joven había brindado en setiembre de 1998
PIRIZ BRUM EN ESCENA
Alejandro Píriz Brum, que antes había sido procesado por el Homicidio al narcotra-ficante carmelitano Lillo Martínez (Ocurrido en 1999 en Carmelo), fue señalado como figura clave en el asesinato de Andrés. Su presencia en el Departamento de Colonia por entonces, hicieron poner a los investigadores sus ojos en él. El equipo investigador, mantuvo su nombre en silencio, hasta encontrar la prueba clave. Una pintura original del auto de su propiedad y que por todos los datos conseguidos conducía aquella noche de agosto, sería de fundamental importancia. Un roce con la camioneta que conducía Andrés y que se habría producido en el momento del abordaje en calle Acevedo Díaz cerca de la casa del joven, permitió hacerse de esa prueba.
Tras mucha investigación, el 21 de agosto de 2007, la Dra. Dolores Sánchez, tomó la decisión de procesarlo con prisión por “coautoría de homicidio”.
Con sus procesamientos, Piriz Brum fue recluido en COMPEN en Santiago Vázquez. Desde allí mantuvo siempre su idea de retornar ante la Sede penal coloniense, para “decir todo”. La oportunidad la tuvo el viernes.
Cinco minutos antes de las nueve, con esposas, grilletes y pasmosa serenidad, pasó delante del periodista y dijo: “vengo a decir todo, dar nombres y que se aclare el homicidio de Andrés Trigo.
Su ingreso rápido a la Sede impidió conocer más detalles.
Fuentes consultadas, indicaron que la declaración demoró unas cuatro horas y media y que luego debió esperar junto a sus guardias en la antesala del despacho de la magistrada. Cerca de las tres de la tarde, cuando varias decenas de personas festejaban la alegría por el casamiento de una joven pareja, Alejandro Píriz Brum, volvió a pasar con la misma actitud del ingreso.
“Ya dije todo”-señaló, mientras dijo haber tenido motivos para callar durante catorce años.
Las paredes del Juzgado, dijeron que la declaración fue ardua y el indagado “quemó a un pueblo”.
“Fue una actuación más en el ámbito del expediente que sigue la causa del homicidio de Andrés Trigo”-dijo escuetamente, la Dra. Beatriz Larrieu, con la cortesía que le caracteriza, remarcando la reserva que el silencio del secreto sumarial impone.
El caso Trigo, volvió a la primera plana y lo hizo en forma contundente. Acaso la llegada de otros testigos claves son esperadas con impaciencia. Mientras tanto, varios son los interrogantes en un hecho que a pesar de los años, sigue manteniendo en vilo a la población coloniense. El miércoles se cumplen 13 años de aquella fatídica madrugada.

Policía incautó importante cargamento de droga
El día miércoles 10 de los Ctes. Se tuvo información procedente de la Dir. General de Represión de Tráfico Ilícito de Droga que por la costa del Río de la Plata en el Dpto. de Colonia, lugar que no podían precisar, estaría ingresando un importante cargamento de Droga. Ante ello la Brigada Dptal. montó un rápido operativo en forma conjunta con varias Seccionales del Dpto. y el Grupo Especial de Patrullaje Preventivo, lo que luego de varias diligencias, dio como resultado ubicar y detener un vehículo en jurisdicción del Dpto. de San José que se daba a la fuga, el cual había cargado la droga en el Paraje Martín Chico, deteniéndose allí por parte de personal de esta Jefatura, a 2 personas mayores, incautándose aprox. 45 Kgs. de Pasta Base, totalizando unas 4500 tiza de esa sustancia. Dichas personas se trataban de un hombre y una mujer que viajaban acompañados por 2 hijos menores de edad, de 3 y 4 años.
Tanto los detenidos como la droga ocupada, fue puesta a disposición de la Dirección General. En actuaciones posteriores se detuvo a otras tres personas masculinas, mayores de edad, en la zona de Martín Chico y Carmelo, quienes podrían tener participación en el ilícito. Por su parte la Dir. Gral. en Montevideo realizó otras 10 detenciones, todos los cuales están a disposición de la justicia competente en Crimen Organizado. Cabe significar que por parte de efectivos del Dpto. de Colonia, se incautó un total de U$S 6400 y 4 armas de fuego, lo que también está a disposición del Magistrado actuante.


Colonia
 <DT>Pintos Funes no es una
persona grata para los ediles de Colonia.</DT>


Pintos Funes no es una persona grata para los ediles de Colonia.


Andrés, joven trabajador, de buena familia y muy querido en la capital departamental, fue brutalmente asesinado el 17 de agosto de 1998 cuando volvía del trabajo. Su muerte representó el primer crimen mafioso que se conozca en el departamento y el descubrimiento de una larga cadena de impunidad que, con Pintos Funes desde la Jefatura coloniense, intentó echar sombra sobre la conducta de la víctima en lugar de investigar sobre los autores del asesinato.
Este viernes, salvo un solo edil, el nacionalista Roberto Calvo, que hizo una velada defensa del ex jerarca reivindicando su gestión y calificando de "basura" el reportaje y cuestionando la ética profesional de este periodista, los restantes ediles defendieron la tarea de la prensa, votaron declarar persona no grata a Hugo Pintos Funes y además condenaron sus declaraciones.
En el transcurso del debate fueron múltiples las declaraciones discordes con las expresiones del edil hacia la prensa, como así también hubo coincidencia en resaltar la tarea de comunicación con la sociedad que encara el actual jefe de Policía Ricardo Bernal: "Su actitud muestra a las claras que es una persona de bien que busca lo mejor para el departamento", dijeron los curules.

Lo que está en juego

El edil Ricardo Aranda afirmó que las palabras del ex jerarca son "un desafortunado episodio para este drama que vive la familia coloniense. Son desatinadas, arbitrarias y crueles para una familia que está llorando el asesinato de su hijo" y recordó que Pintos Funes "trajo los grupos GEO al departamento que aplicaron una represión a mansalva, a palo limpio contra presos detenidos en la cárcel departamental. Y se destacaron por la prepotencia con la que reprimieron a los jóvenes colonienses a la salida de los centros bailables. Allí apareció la Policía de Pintos Funes en toda su expresión", recordó.
Aranda también hizo hincapié en la infortunada participación del funcionario en la incautación masiva de autos extranjeros que, por su orden, se llevó a cabo en Colonia: "De un garaje céntrico incautó nueve autos extranjeros y después tuvo que devolver ocho por orden de la Justicia, lo que generó un reclamo del gobierno argentino a su par uruguayo", dijo.
También remarcó la investigación publicada por LA REPUBLICA acerca de que la Policía que estuvo a su mando enfrenta ahora una investigación. Es a raíz de una denuncia de zonas liberadas para permitir el contrabando, realizada por otros policías en el Ministerio del Interior.
Aranda puso énfasis en destacar que en la aclaración de los asesinatos de Andrés Trigo, Mauricio "Lillo" Martínez y el supuesto suicidio de Lucía Dubois "está en juego la calidad de la democracia en el departamento" y que hoy la Justicia "tiene la gran responsabilidad de saber si hubo encubridores que están encaramados en el poder, si hubo desaparición de pruebas y si el procedimiento policial en el inicio de la investigación de cada uno de los casos fue el adecuado. Detrás de todo esto el estado de derecho está bajo sospecha", enfatizó.

Bien puestos

De destacada actuación desde 1985 cuando encabezó desde la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental la investigación sobre los cuerpos de desaparecidos durante la dictadura militar que aparecieron flotando en las costas de Colonia, el edil Alberto Badaracco se solidarizó con el dolor de los padres de Andrés Trigo y repudió las expresiones de Pintos Funes.
"Tengo un hijo que hoy tiene la edad que tenía Andrés y no puedo más que solidarizarme con el dolor de sus padres ante estas nefastas expresiones", indicó. El edil afirmó que la Junta de Colonia "ha sido puntal entre los órganos políticos de este país en la defensa de los derechos humanos. Esta Junta departamental tiene los pantalones bien puestos" y no puede permitir "que esta persona, no digo señor porque no lo es, diga algo tan aberrante como asegurar que el culpable de todo es el muerto, que lo mataron porque había que matarlo y si está muerto es porque estuvo haciendo algo. La víctima es culpable y esto es horrible", dijo.

Una sátira

Pintos Funes, que fue jefe de Policía en Colonia cuando asesinaron al joven Andrés Trigo tuvo que dejar su cargo luego de arrojar sombras sobre la conducta de la víctima en lugar de buscar a los responsables del brutal asesinato.
En un reportaje concedido a este corresponsal y publicado en LA REPUBLICA el domingo 1 de abril de 2001, el ex jerarca de Colonia aseguró que "han hecho una sátira" sobre el caso y que "yo digo que en Colonia, a un buen muchacho, no lo ejecutan de dos tiros porque sí".
Las polémicas declaraciones del ex jerarca provocaron la reacción del padre de la víctima, Walter Trigo, que el pasado 17 al cumplirse 32 meses del asesinato de Andrés aseguró, luego de la multitudinaria marcha que cada mes se realiza reclamando justicia, que "lo poco que estuvo frente al caso sólo se dedicó a investigar al muerto y no movió un pelo por buscar pistas de los asesinos".
Asimismo, el actual jefe de Policía, Ricardo Bernal, consultado esta semana por la prensa de Colonia, criticó las declaraciones del retirado policial: "No ayudan en nada a la investigación, sino que la están perjudicando directamente" porque, según afirmó, "al final estamos gastando esfuerzos y desviando el centro de la atención en lo que realmente debe ser que es tratar de aclarar este hecho".
Para Bernal las declaraciones de Pintos Funes no ayudan a mantener "ese clima de tranquilidad y de reserva con que se debe hacer esta actuación que es muy delicada, compleja y difícil. Hay un tiempo para hablar y otro para callar, creo que sería bueno tener en cuenta este aspecto", sentenció.

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