domingo, 7 de diciembre de 2008

Patota sindical atacó brutalmente la sede de ATILRA Rosario

Jueves 4 de Diciembre de 2008

| Trágica inacción del gobierno provincial

A las 12.30 hs del miércoles una patota alineada con la conducción nacional del sindicato lechero ATILRA irrumpió con violencia en el acto que se realizaba en esos momentos en San Luis e Iriondo, frente a la sede de la delegación local del sindicato. El acto había sido convocado por ATILRA Rosario junto a numerosos sindicatos, en repudio a la agresión sufrida por trabajadores de Sancor el jueves pasado, también a manos de una patota de la conducción nacional. El grupo fue traído desde fuera de la ciudad en colectivos y traffics. También fueron reconocidos integrantes de la barra brava de Rosario Central.

La agresión

El grupo agresor, que empuñaba visiblemente palos y cadenas, se acercó rápida y directamente hacia los manifestantes agrupados frente a la sede sindical, y sin iniciar ningún tipo de diálogo y al grito de “¡Vamos!” empezaron a golpear a los presentes (ver video). La agresión fue respondida inmediatamente y la columna amarilla empezó a retroceder por calle Iriondo.

La refriega continuó durante media hora ante la mirada impávida de la policía santafesina, que permaneció inactiva hasta que se prendió fuego un auto por calle Iriondo. Entonces avanzó la guardia de infantería disparando sobre el grupo de ATILRA nacional, para permitir el ingreso del camión de bomberos por calle Iriondo, separando a los dos sectores.

La policía hizo retroceder una cuadra al grupo agresor, dividiéndolo en dos partes, hasta que desde el sector de ATILRA nacional solicitaron una tregua. Luego se alejaron, aunque aparentemente una cantidad importante se quedó a la espera sobre el Patio de la Madera.

La conducción nacional del sindicato lechero ATILRA es detentada por Héctor Ponce, quien se encuentra alineado con Hugo Moyano.

En tanto que ATILRA Rosario compartía el acto con la CTA Rosario, Aceiteros, Bancarios, Prensa, Empleados de Comercio, AMMAR, docentes de AMSAFE Rosario y AMSAFE Santa Fe y la UOM Villa Constitución, además de Manos a la Obra, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la Corriente Clasista y Combativa, el Partido Obrero y otras numerosas organizaciones.

El asesinado

Luego de los enfrentamientos fue hallado el cuerpo de una persona, Hugo Cornejo, asesinado con un disparo. Cornejo sería cordobés y habría llegado con el grupo portador de pecheras amarillas, que responde a la conduccion nacional.

A pesar de que algunos medios difundieron la versión de que habría dos personas asesinadas, las fuentes tanto policiales como judiciales desestimaron permanentemente esa versión.

Cornejo aparentemente habría sido asesinado en la esquina en Cafferata y Rioja, y dicha esquina se encuentra a dos cuadras de donde ocurrieron los enfrentamientos. Como las balas no doblan las esquinas, es plausible suponer que recibió el disparo de parte de personas que se encontraban allí mismo, con él, es decir, parte del contingente de ATILRA nacional.

Durante la tarde de ayer fue cobrando fuerza, inclusive dentro de las fuerzas policiales, que se habría tratado de un enfrentamiento interno entre el sector que responde directamente a ATILRA nacional y un grupo de barrabravas de Rosario Central contratados como fuerza de choque. El motivo habría sido una discusión acerca del pago correspondiente a los barrabravas contratados.

Los heridos

Numerosísimos fueron los heridos. Entre aquellos que pudo verificar Indymedia Rosario, se contó como el de mayor gravedad el secretario adjunto de ATE Rosario, Gustavo Martínez, quien fue herido por un piedrazo que lo dejó inconsciente varios minutos. El referente sindical fue trasladado al Hospital Centenario, donde los estudios realizados afirman que no percibió lesiones óseas ni neurológicas, aunque seguirá en observación dada la importancia del golpe.

También recibió un duro golpe el historiador, especializado en movimiento obrero, Leónidas “Noni” Ceruti, que se había acercado al acto a expresar su solidaridad. Ceruti recibió un duro golpe en el rostro y debió ser trasladado para su atención.

A la larga lista también se suman varios delegados de ATILRA Rosario con importantes cortes en el cuero cabelludo y el rostro, el ex secretario de ATILRA Rosario, Edgardo Barbero, con un corte en el pómulo y Claudia Lucero, secretaria de AMMAR Rosario, que recibió golpes en las piernas.

Contemplando el espectáculo: una vez que comenzó el choque, la policía se dedicó a mirar .
Tampoco habían hecho nada para evitarlo.

La zona liberada

La conducción de ATILRA Rosario había advertido al gobierno de la provincia hace dos días acerca de la posibilidad de que se produjera hoy esta agresión. La policía estuvo presente en el lugar desde las 9 de la mañana, pero permitieron el acercamiento de la patota, que se concentró con toda tranquilidad en la intersección de Córdoba e Iriondo (de hecho, la policía cortó el tránsito para facilitar esto) y la dejaron actuar. La policía había cortado la calle San Luis, pero no Iriondo, la calle más obvia para ir desde Córdoba e Iriondo hasta San Luis e Iriondo.

A pesar de haber sido consultados repetidas veces por integrantes de Indymedia Rosario, todos los oficiales presentes se habían negado a explicar cuál era su política de prevención antes de la llegada de la patota. Luego, resultó obvia: no tenían ninguna.

Durante la tarde de ayer, diversos funcionarios practicaron el deporte de lavarse las manos. Pese a todas las excusas vertidas por el Ministro de Seguridad, Daniel Oscar Cuenca, y el Secretario de Seguridad Pública, Dr. Carlos Raúl Iparraguirre, destacó sin embargo por su perverso sentido del humor el Ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfati, quien afirmó que “sabiendo que va a haber un conflicto que ya lo preveían, por qué no suspendieron el acto”.

Bonfati pretende culpabilizar a ATILRA Rosario, que había solicitado la asistencia del estado por todas las vías formales con días de anterioridad, en vez de hacerse cargo del abandono que su gobierno hizo de los vecinos y de los trabajadores rosarinos que no pudieron ejercer su derecho de manifestarse libremente. En cambio, el gobierno sí garantizó que la banda agresora pudiera llegar sin obstáculos hasta la sede de ATILRA Rosario.

Quizás Bonfati no está practicando el cinismo, sino que intenta desesperadamente disimular los problemas que tiene el gobierno provincial con sus fuerzas de seguridad. Sin embargo, vale también recordar que Bonfati demostró mucha más efectividad preventiva en marzo pasado, cuando la neoliberalísima Fundación Libertad organizó un seminario. El gobierno provincial cercó un tercio del microcentro de Rosario y reubicó centenares de policías en el marco de un mega-operativo que duró tres días y que controló exhaustivamente los movimientos de todos los vecinos de la zona.

El allanamiento

Hacia las 14 horas, cuando la situación parecía haberse calmado, la policía sorprendió cerrando la calle San Luis por Iriondo y Crespo, y bloqueando la puerta de la sede de ATILRA, afirmando que iban a requisar a todos los presentes y allanar la sede sindical por orden judicial. El propio Comisario Mayor Daniel Toledo, jefe de la Unidad Regional II, se hizo presente en la sede sindical para supervisar el operativo.

Veintisiete personas fueron demoradas, entre integrantes de ATILRA Rosario, referentes de organizaciones que expresaban su solidaridad y periodistas. Entre ellos, la presidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, e integrantes de las conducciones del sindicato de Prensa, AMSAFE provincial, AMSAFE Rosario, además de dos corresponsales de Indymedia Rosario y uno de Redacción Rosario.

Entretanto, según contaron los vecinos, parte de la patota agresora se quedó sobre el parque del Patio a la Madera esperando el desarrollo de los acontecimientos (para ser literales: “Están tomando cerveza”, dijeron algunos vecinos).

A todos los demorados al interior de la sede se les tomaron los datos y se les realizó una pericia para verificar la presencia de restos de pólvora en sus manos. La presencia policial en el sindicato persistió hasta casi las 20 horas.

La jueza interviniente, María Laura Pérez Vara, dejó trascender hacia el final del día que se habrían encontrado dos armas de fuego y el caño de una escopeta en el allanamiento. Desde la conducción de ATILRA Rosario expresaron numerosas dudas sobre este hallazgo y deslizaron la posibilidad de que se los hayan “plantado” para intentar culpabilizarlos por la víctima fatal.

El acto de repudio

Pasadas las 19 horas se realizó un nuevo acto de repudio, que contó con aún mayor participación que el que había sido convocado por la mañana (¿quizás debería haber sido suspendido, de acuerdo a esta nueva “doctrina de prudencia Bonfati”? La “doctrina Bonfati” vendría a ser el razonamiento de que si organizo una actividad y alguien pudiera venir a agredirme, debo suspenderla inmediatamente, ya que con la protección de las garantías constitucionales por parte del estado no debo contar).

En el acto, Norma Ríos, presidenta de APDH Rosario, afirmó que nosotros vinimos acá a las 9 de la mañana a un acto de solidaridad y casi terminamos asesinados por la burocracia sindical que vino a matar, compañeros. No a quitar este sindicato. Vino a matar primero, y a quitar el sindicato después”.

Gustavo Brufman, secretario de COAD, advirtió que “evidentemente todos hoy podemos tener mucho más claro hasta donde están dispuestos a llegar. Esta es la burocracia nacional de ATILRA, esta es la responsabilidad de Ponce. Vienen contra los que creemos verdaderamente en la democracia sindical, y no vamos a ceder, compañeros”.

Edgardo Quiroga, de SITRAM San Lorenzo, vinculó este hecho con la crisis en ciernes y reclamó la necesidad de reforzar los cuerpos de delegados. “La crisis se va a profundizar en los próximos meses, enero y febrero nos va a encontrar a todos en las calles, y nos va a encontrar peleando los sindicatos contra las patronales, o nos va a encontrar a todos unidos en un gran plenario de delegados que ponga de pie a todo el sur provincial”.

Por su parte, Víctor Vega, secretario general de ATILRA Rosario, agradeció a todos los presentes su colaboración para evitar que la patota tome el gremio, y solicitó la continuidad del apoyo. “Vamos a seguir necesitando de esta solidaridad de todos los trabajadores, porque están dispuestos, demostraron en el día de hoy que están dispuestos a tomar por la fuerza, sea como sea, el gremio. Entonces vamos a necesitar el apoyo de todas las organizaciones, vamos a tratar de de coordinar, vamos a tratar de armarnos, de agruparnos, estar todos juntos, cuidando las instituciones que defienden los derechos de los trabajadores”.

Vega aseguró que “No vamos a permitir que las patotas vengan a tomar de prepo los sindicatos. Eso fue en la década del 70, con la dictadura, acá se terminó eso. Los trabajadores tenemos que estar organizados y defender nuestros lugares, desde donde podemos defender a los trabajadores”.

Por su parte, el ex secretario de ATILRA, Edgardo Barbero, afirmó que “acá fue la patota de Ponce que vino a hacer una masacre, un desastre. Y se tiene que hacer cargo de esos trabajadores muertos, porque realmente traer trabajadores a una masacre como esta no es digno de ningún dirigente. El podría haber venido a hablar las veces que quisiera. Podría haber tomado recurso legal si tenía algún problema. Nada, trajo banda, patota, a romperle la cabeza a la gente. Eso no es digno de ningún dirigente gremial. Y se tiene que ir del gremio”.

Burocracia y democracia sindical

Pocas veces como en la escena de ayer se vio con tanta claridad qué significan las dos grandes propuestas de organización para los trabajadores, más allá del discurso de los medios corporativos, que intentan tapar lo evidente y reducir a agresores y agredidos a una única categoría de “grupos enfrentados”. Son ayudados en este sentido por funcionarios como el ministro Bonfati, deseosos de encontrar culpables para lavar las propias responsabilidades.

Pero lo que ocurrió ayer fue la intervención de un sector de la burocracia sindical, una cúpula que ha acumulado privilegios y teme perderlos, y que está dispuesta a asumir cualquier tarea con tal de evitarlo. Se puede decir que fue una acción violenta, y lo fue. Pero toda acción de la burocracia es violenta, porque lo es desde su corazón, porque niega derechos a sus representados trabajadores, les niega participación y los trata como clientes cautivos, otorgándole dádivas y arreándolos a su conveniencia.

El otro modelo, que no existe de forma perfecta en ningún sindicato en nuestro país, pero que intenta ser aplicado de buena fe en muchos lugares, es el modelo de la democracia sindical, la que otorga participación a los trabajadores para que se hagan cargo de sus propios destinos, la que considera que se puede ser dirigente sin convertirse en un corrupto descarado.

Los dirigentes de ATILRA Rosario siguen yendo a trabajar y no cobran un centavo por arriba de su sueldo anterior. Por eso la patota encontró a Ariel Chávez, secretario adjunto de ATILRA Rosario en Sancor: estaba cumpliendo su jornada de trabajo. Su dirigente histórico, Edgardo Barbero, dejó voluntariamente el cargo de secretario general para que se renueve la conducción sin por eso dejar de participar en la construcción del proyecto. No se aferró al sillón como han hecho tantos otros dirigentes.

La calidad humana de los integrantes de la conducción de ATILRA Rosario junto con su compromiso por un proyecto de real democracia sindical es lo que se puso a prueba ayer. Es ese compromiso el que empujó a muchos trabajadores lecheros a defender un gremio que realmente los contiene.

Y también se demostró en el hecho de que muchos de los presentes no eran trabajadores lecheros ni le deben nada, al menos nada material al sindicato. Y fueron al acto y se jugaron la piel defendiendo a ATILRA Rosario del ataque de la burocracia. Lo hicieron por su compromiso militante, porque quienes acompañaron ayer a ATILRA Rosario son activistas de muchos sectores distintos, unidos para defender a un grupo que defiende una forma de organización por la cual también luchan ellos.

Ese compromiso es algo incomprensible para la burocracia, que se maneja con los códigos de la mafia, y porque no puede entenderlo, no puede calcularlo. Por eso fracasó Ponce en su intento de copamiento.

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