jueves, 31 de julio de 2008

MAURICIO ROSENCOF CONTO SU ENCUENTRO CON BARDESIO






“Empezamos a recibir mensajes del centro de operaciones de la Policía, datos muy precisos, impactantes, de alguien que se comunicaba con nosotros. Decidimos no operar en función de ellos, por la prevención de estar ante ‘carne podrida’, una celada.

Pero en determinado momento, ese extraño informante anónimo se va de vacaciones a París. ¿Quién era esa persona?”.

Los ojos celestes de Leonel, el ruso Mauricio, se iluminan en el umbral de “la historia fascinante” que va a relatar.

“Cuando Uruguay rompe relaciones diplomáticas con Cuba, allá en el ‘60, se asilan algunos cubanos en la embajada uruguaya en La Habana. Entre ellos, se asila un muchachito que así, en vez de ir para Miami, va para Uruguay.

El joven llega acá, no tenía trabajo, era cubano anticastrista, le facilitaron las cosas y entró a la policía; hizo carrera hasta casi comisario. Y resultó que era él quien nos mandaba los mensajes. Y como no le dimos pelota, se fue a París.

Y de París se fue para Cuba: aquel muchacho que se había asilado era, en realidad, un joven de los servicios de la inteligencia cubana”.

Muchos de los enterados lectores de LA REPUBLICA ya sospecharán de quién se trata este agente encubierto del G2, la seguridad cubana, que proveyó al movimiento tupamaro la primera hilacha de la madeja que desembocaría, ya por fuera de su control, en acontecimientos tan dramáticos como cruciales de la historia nacional. Manolo, como lo evoca Rosencof, era Manuel Hevia Cosculluela, que llegó a convertirse en pieza clave de la “guerra contra el comunismo” en Uruguay por parte de la embajada de Estados Unidos a través de la CIA o viceversa. Las novelas de John Le Carré palidecen al lado de su peripecia. El escritor Rosencof no desaprovecha la bolada.

“Nosotros teníamos compañeros permanentes en Cuba, amigos, periféricos; una embajada, digamos. Entre otros, estaba el entrañable Carlitos Núñez, periodista de primera línea, que contacta con Manolo, a quien los servicios tenían en lo que se llama ‘la congeladora’.

Con la información que le da a Carlitos, éste empieza a hacer fichas. Entonces yo viajo a Cuba, previo paso por Chile donde me reúno con el presidente Allende”.

Escritor conocido desde su reciente obra de teatro “Los caballos”, periodista por analogía, político fogueado en la cocina del Partido Comunista primero y las entrañas tupamaras después, hasta convertirse en el activo puente del MLN con figuras de primer nivel en el Partido Nacional, el Partido Colorado y el Frente Amplio, Mauricio Rosencof sumó la función de canciller de la guerrilla en sus relaciones internacionales.

En Cuba lo recibió Fidel, con quien tuvo varias reuniones en “casas de seguridad”, o de protocolo, como se reciclaron después.

Fidel lo encaminó hacia Manolo, de cuya boca Mauricio escuchó por primera vez el nombre de quien, poco tiempo después, a 6 mil kilómetros de distancia, tendría a merced de su interrogatorio, detenido en la subterránea Cárcel del Pueblo, calle Juan Paullier esquina Charrúa: Nelson Bardesio Marzoa, mano derecha del jefe de la estación de la CIA en Montevideo, William Cantrell.

“Pero Manolo Hevia no llegó a penetrar todo el Escuadrón de la Muerte, que incluía desde civiles, un profesor viceministro del Interior, capitanes de la Marina, comisarios de Policía.

Bardesio era clave, pero sólo la punta, había que averigüar todo lo demás. La guerra la gana el mejor informado, como decía Clausevitz”.

Bardesio es “detenido” por la justicia revolucionaria del MLN el 24 de febrero de 1972, cinco días antes de la asunción presidencial de Bordaberry y mezclado en el noticiero de la noche con el secuestro de Homero Fariña, redactor responsable del diario “Acción” de Jorge Batlle.

No existe certeza de las formalidades con que Rosencof fue presentado a Bardesio en la Cárcel del Pueblo, si fue anónimo, o como Leonel o según los comunicados oficiales de la guerrilla que reprodujeron aquel “interrogatorio”, con el sugestivo cargo de “el Fiscal del Pueblo”.

Mauricio disuelve esas fórmulas en la corriente de “la fantasía, el mito, la leyenda”.

“No es un interrogatorio, es una conversación, café de por medio, donde yo me hago el sota, le pongo tramperos.

Le digo: mire Bardesio, cuanto más antes terminemos, más rápido va a volver a su casa; no queremos perder tiempo ni que lo pierda usted. Pero queremos esta información. Me acuerdo que le digo: ¿Usted conoce a un estudiante que participa en estas operaciones, que se llama Miguel Sofía?”.

Rosencof había dado la vuelta olímpica por América, más los años y el periplo recorridos por Manuel Hevia en las cornisas del espionaje y en las vísperas del “salto cualitativo” a un ínédito nivel bélico, la primera pregunta del jefe tupamaro al valioso rehén es: ¿Usted conoce a Miguel Sofía?

- No, responde Bardesio.

“Entonces, mire: acá hay una fotografía que le van a alcanzar. ¿Ve? Acá está usted, sonriente con el que está a su derecha, que lo abraza por el hombro, sonriente también, ¿me podría decir cómo se llama esa persona?

Entonces Bardesio mira la foto y me dice: Miguel Sofía. A partir de eso, él llegó a la conclusión de qué información queríamos, ampliando la que teníamos. Después de eso le digo: bueno, mire, cualquier cosa que usted nos cante errado nosotros vamos a saber qué baraja tiene.

Entonces lo más sencillo y sensato es que usted nos cuente lo que nos interese.

Cómo desapareció Ramos Fillippini, los que pusieron las bombas, quién es quién dentro del Escuadrón de la Muerte. Yo sé que usted tiene su beneficio en todo esto, pero nuestro costo es muy grande.

- Sí, tiene razón, admitió Bardesio.

Por obra de la luz apropiada, el prisionero no alcanzaba a ver la cara descubierta de su fiscal, pero éste podía ver a Bardesio, “sentado, tranquilo, cabizbajo, pero bien”, relata Rosencof.

La dureza de aquel Leonel, que hoy encubre a medias el entrevistado Mauricio bajo el aura de su vasta erudición, su proverbial amenidad y su apasionante biografía, debió constarle al esbirro cautivo por el metal de su voz, que aún hoy alisa.

“Yo le voy a proporcionar una cuadernola y un lápiz, y usted va escribiendo todos los días. Cuando termine la historia, bueno, cerramos el libro y buenas tardes muchas gracias, le dije. Tal cual, y todos los días escribió páginas y páginas.

Terminó dándonos los planos de la Seccional 9ª de Policía en 18 de Julio, que parte de Inteligencia venía para ahí y nos contó todo lo que sabía.

Con una particularidad: que él resguardó a sus mandos naturales, no a sus compañeros de trapacerías. Yo no lo volví a ver. Pasamos todo aquello a máquina para difundirlo y ahí se formó la discusión en la Orga, si alcanzaba con divulgar ese informe o al mismo tiempo, habia que actuar.

Después pasó lo que pasó, pero la culpa la tienen los políticos que conocían la existencia del Escuadrón pero no hicieron nada, como es el caso de Sanguinetti”.

De nada valieron las denuncias en el Parlamento de las atrocidades de la banda cívico-militar armada por la CIA, ni siquiera la visita al recluso Bardesio para dar fe de su credibilidad- del presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Gutiérrez Ruiz, uno de los activos vínculos del Partido Nacional con los tupamaros, que llegaron a “financiar durante mucho tiempo al diario blanco El Debate, en cuya dirección estaban el Titito Heber, el Toba y Furest”, aseguró Rosencof. Bardesio fue liberado recién el 2 de junio, 100 días casi desde su detención.

El Uruguay que asomó ante el oscuro agente de la CIA había dado ya una voltereta dramática hacia el lado oscuro de su naturaleza, mitad propia, mitad importada.

A diferencia de otros 9 integrantes del Escuadrón, listados con 3 uniformados y Miguel Sofía a la cabeza, Bardesio no fue condenado a muerte “para que se supiese que no le habíamos tocado un pelo y dar garantía ética de que, si detenemos a alguien para dar información, no le cambiamos después la pisada”, mezclan los tiempos Mauricio y Leonel.

Otra que Berríos, la película de terror que gira en torno a Nelson Bardesio, cuyos nuevos y quizás no menos sorprendentes capítulos se habrán de conocer próximamente, emerge a la actualidad desde los cráteres aún abiertos por el terremoto de la prehistoria reciente. Fantasmas conocidos que mantienen cuerpos sin tumba hasta el día de hoy.

Que aún perturban el sueño de Mauricio con “la pesadilla de que había no uno, sino dos García Pintos, otro que integraba la JUP”, el almácigo estudiantil del Escuadrón.

Casi 40 años después, Nelson Bardesio está preso de nuevo, a la espera extradición mediante- de afrontar en Uruguay al fiscal Ricardo Perciballe, que le interrogará, en nombre del pueblo, por el crimen de Héctor Castagnetto y 3 militantes más, sus autores y sus cómplices.

Ya se sabe mucho, así que no hará falta, esta vez, provocar sus confesiones con una foto, “sobre todo esa foto”, subraya Mauricio Rosencof, “que había salido en El Diario de la noche, en que aparece Miguel Sofía, que es uno de los hombres que no ha dado cuenta y se dedica a la radiofonía, era integrante del Escuadrón, porque además fue una de las claves en las actas de Bardesio. Está vendiendo sus bienes, él que tenía una demanda pendiente contra el Estado y ahora anda dando vueltas por ahí”.

Fuente:La República

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Confesión en la Cárcel del Pueblo
Identificó a Miguel Sofía como un "cazatupamaros"


Nelson Bardesio declaró en la "Cárcel del Pueblo" que el estudiante Héctor Castagnetto fue detenido en un operativo en el que participaron militares, policías y civiles, entre los que se encontraba el hoy empresario Miguel Sofía Abeleira.

El ex agente de la CIA identificó a Miguel Sofía como el "principal colaborador" del paraguayo "Angel Pedro Crosas Cuevas, a quien llamaban el 'Doctor'", uno de los principales ideólogos del "Escuadrón de la Muerte y Comando Caza Tupamaros".

Tras una reunión a la que concurrieron "(Angel) Crosas Cuevas, el jefe del D-5, comisario Campos Hermida, el jefe del D-6, comisario Machi, un funcionario llamado Washington Grignoli y Miguel Sofía (...) se concretó la formación del 'Escuadrón de la Muerte'", declaró Bardesio al MLN-T. Miguel Sofía se convirtió en empresario, y el 23 de julio de 1993 el entonces presidente Julio María Sanguinetti le autorizó a suministrar el servicio de televisión para abonados en varias ciudades del departamento de Canelones.

Esta autorización fue revocada lo que produjo un juicio millonario. Además, Sofía fue propietario de FM del Plata.



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Beatriz Valdez

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Testimonio del asesinato de Ubagesner Chaves Sosa

Ex preso político. Guillermo Gómez declaró ante la Justicia la semana pasada.

La República

Jueves, 31 de julio, 2008


Ex preso político. Guillermo Gómez declaró ante la Justicia la semana pasada.


La Justicia recibió el jueves 24 de junio el testimonio de un ex preso político que identificó a diez oficiales de la Fuerza Aérea como responsables de la represión en la base aérea de Boiso Lanza. Además, el testigo aseguró ante la Justicia que el comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, estaba en Boiso Lanza cuando falleció Ubagesner Chaves Sosa.


El ex preso político Guillermo Gómez identificó ante la Justicia a diez oficiales de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) que accionaban en la base aérea de Boiso Lanza cuando en mayo de 1976 se produjo la detención, el sometimiento a torturas y finalmente la desaparición forzada del militante comunista Ubagesner Chaves Sosa.

El testigo declaró ante la jueza penal de 7º Turno, Graciela Gatti, y la fiscal Ana María Tellechea, que Boiso Lanza era un centro de operaciones del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del S2, y que al frente de esa unidad estaba el capitán (r) Uruguay Araújo Umpiérrez.

El listado de torturadores de Boiso Lanza que recibió la Justicia incluye a los tenientes Enrique Rivero, Alejandro López, "Ventarrón" Urban, "Indio" Fresia y Cáceres, los capitanes Cabrera, "Gaviota" Delgado, Pinatelli y Uruguay Araújo Umpiérrez, y dos soldados apodados "Trascabatos".

El testigo aseguró además ante la jueza que el actual comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, integraba la oficialidad de Boiso Lanza cuando se produjo la desaparición de Chaves Sosa, "aunque no puedo asegurar que estuviera en la máquina".

La historia

El 17 de febrero de 1976 Guillermo Gómez fue detenido en su domicilio por las Fuerzas Conjuntas, en un operativo liderado por Araújo Umpiérrez, y trasladado a la base aérea de Boiso Lanza, donde "inmediatamente me llevaron a 'la perrera', que era donde se torturaba".

"Recién acababa de acostarme, cuando tocaron la puerta y dijeron que eran miembros de las Fuerzas Conjuntas. Abro la puerta y se metieron para adentro, todos de civil, y quien comandaba ese procedimiento era Uruguay Araújo Umpiérrez. De ahí me trasladan directamente a Boiso Lanza", relató Gómez a LA REPUBLICA.

"Dentro de Boiso Lanza identifiqué a varios oficiales que estuvieron en mi detención como al teniente Fresia, que le decían 'el Indio', al teniente Urbán, que le decían 'Ventarrón', y a un capitán Cabrera. Después identifiqué a Araújo Umpiérrez", continuó el testigo.

La particularidad era que Araújo Umpiérrez "no era capitán y tenía más mando que Cabrera. Los milicos nos decían que Araújo Umpiérrez era el jefe del S2 de Boiso Lanza, es decir del servicio de inteligencia. La OCOA operaba en la base aérea", explicó Gómez.

El ex preso político estuvo "en la máquina" (la tortura) de Boiso Lanza hasta fines de noviembre de 1976, cuando lo trasladan al Penal de Libertad. Durante su detención en la base aérea devino la muerte del militante comunista Chaves Sosa, reaparecido el 29 de noviembre de 2006 en una chacra de la ciudad de Pando. "Una mañana me avisan que traían a un compañero y me acerco para ver por la ventana (del calabozo). Veo que traían a un compañero de arrastro y en muy mal estado. Lo llevaban a las catacumbas. Ahí identifico que se trataba de Chaves, incluso otro compañero también lo identificó", dijo Gómez.


"A la mañana siguiente, a Chaves lo traen cuatro o cinco personas, entre ellas el teniente Enrique Rivero y Araújo Umpiérrez. Fue la última vez que lo vimos. A los dos días un soldado nos dice: '-Falleció uno de los de ustedes'. No teníamos certeza de que era Chaves pero lo imaginamos por las condiciones en que lo llevaron. Un compañero, que sí había estado con él, nos informó que habían matado a Chaves", recordó Gómez. "A Chaves lo conocí en el 70 durante mi militancia en la UJC, en el Seccional 22, que cubría el Cerrito de la Victoria, Barrio Marconi y El Municipal. El era miembro del Partido y con su ejemplo militante había reclutado a muchos compañeros. Por eso lo reconocí", aseveró. "La opinión de todos los compañeros es que Boiso Lanza era un comando élite de oficiales que dependían directamente de Araújo Umpiérrez, del S2, y eso se constata porque nunca vimos otros oficiales, como en otras unidades donde compañeros vieron oficiales que no estuvieron en 'la máquina'", señaló Gómez.

El actual comandante en jefe de la FAU, Enrique Bonelli, "era uno de estos oficiales. No lo estoy acusando de haber estado en 'la máquina' pero lo vi en Boiso Lanza. Por eso le pedí a la Justicia que se cotejen los legajos de Araújo Umpiérrez y Bonelli para saber si estaban o no en Boiso Lanza" cuando murió Chaves Sosa, expresó el testigo.

"A Bonelli lo identifiqué (como oficial de Boiso Lanza) cuando (el presidente) Tabaré (Vázquez) lo designó como comandante. Fue como una luz en el bocho. Pensé que tenía bloqueadas esas cosas en mi memoria, pero lo vi y lo registré", continuó Gómez. La identificación de todos los oficiales se produjo a través de los comentarios de los soldados de Boiso Lanza, quienes los nombraban cuando llegaban a los calabozos para "interrogar" a los prisioneros, así como por el testimonio de dos integrantes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, que habían sido soldados de esa unidad militar, explicó.


Comandante Condorito Bonelli
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La Ley de Caducidad debe Caducar (López Goldaracena)


Dr. Oscar López Goldaracena(Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad en Uruguay)







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surdase
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Ecuador notificó a EEUU que debe abandonar Manta en noviembre de 2009



El Gobierno de Ecuador notificó formalmente este martes al de Estados Unidos que debe desalojar la base militar de Manta (oeste) en noviembre de 2009, fecha en la que se vence la concesión para ocupar este recinto, informó el canciller ecuatoriano en Quito.

El Ministerio de Exteriores envió una notificación a la embajada estadounidense en Quito y explica la decisión del Ejecutivo de dar por terminado el "Acuerdo de Cooperación" bilateral suscrito el 12 de noviembre de 1999 sobre el uso de la Base Militar Eloy Alfaro por tropas estadounidenses.

Ese acuerdo establecía el "acceso y uso por parte de los Estados Unidos de América de las instalaciones de la Base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta para actividades antinarcóticos", precisó un comunicado de la Cancillería.

El texto también señala que en conversaciones sostenidas previamente con funcionarios estadounidenses ya se había acordado que las operaciones terminaran en agosto de 2009.

"En conversaciones mantenidas con funcionarios estadounidenses se acordó que las operaciones que se realizan (en el puesto de Manta), amparadas en el mencionado acuerdo, terminen en el mes de agosto de 2009", agrega la notificación.

Según unas estipulaciones del acuerdo, "las instalaciones del Puesto de Avanzada estadounidense (FOL, por su sigla en inglés) serán transferidas a la autoridad correspondiente de la Fuerza Aérea Ecuatoriana", detalló el texto de la Cancillería.

El acuerdo sobre la base de Manta se aprobó durante el Gobierno del ex presidente ecuatoriano Jamil Mahuad, fiel aliado de Estados Unidos, cuyo mandato concluyó anticipadamente en enero de 2000, luego de que aprobara la dolarización de la economía ecuatoriana y en medio de la peor crisis financiera de la historia del país.

La presencia del contingente de militares y contratistas estadounidenses en Manta generó, desde su instalación, sospechas de amplios sectores sociales de Ecuador, que aseguraban que el puesto servía para apoyar al Plan Colombia, un operativo militar que Washington mantiene con Bogotá bajo el pretexto de contribuir a pacificar al vecino país, en guerra interna desde hace 60 años.

Además, la captura y hundimiento, en aguas cercanas a la base, de barcos pesqueros que transportaban ilegalmente a emigrantes ecuatorianos hacia Estados Unidos aumentó las críticas sobre el convenio con el gigante norteamericano.

Ya el presidente Rafael Correa había anunciado desde la campaña electoral, que lo llevó al poder en enero de 2007, su decisión de dar por terminado el acuerdo con Washington.

Por su parte, la Casa Blanca asegura que respetará la decisión de Quito y que retirará a sus hombres cuando llegue el momento.






Gracias:
Radioaporrea

La educación en Chile





Por: tvcem

En la vuelta a las trincheras virtuales de las Ironias Politicas Para Llorar” Marcel Claude aborda el tema de la educacion publica.

miércoles, 30 de julio de 2008

Memorias del escuadrón

Ibero Gutierrez asesinado por el Escuadrón de la muerte




SAMUEL BLIXEN

Montevideo, 24/07/08 (Brecha).-




El Escuadrón de la Muerte –como genéricamente se llama a una constelación heterogénea de grupos terroristas parapoliciales y paramilitares que operaron desde mediados de 1970 hasta comienzos de 1973 bajo la dirección de los ministerios del Interior y Defensa y de la Presidencia de la República– nació en la Embajada de Estados Unidos en Montevideo. Fue impulsado por los agentes encubiertos de la CIA –algunos con fachada diplomática, otros como asesores de la Agencia Interamericana de Desarrollo– que supervisaban la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.

Por lo menos cinco funcionarios policiales de jerarquía integrantes del Escuadrón estuvieron a sueldo de la CIA: los inspectores Víctor Castiglioni y Jorge Grau Saint Laurent; el comisario Hugo Campos Hermida; el oficial inspector Pedro Fleitas y el fotógrafo policial Nelson Bardesio. También colaboraban con la CIA tres civiles: el ex interventor de Secundaria y subsecretario del Ministerio del Interior Armando Acosta y Lara, el médico paraguayo Ángel Pedro Crosa Cuevas y el entonces estudiante Miguel Sofía, miembro de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), una banda fascista que desde mediados de los años sesenta realizaba sistemáticos atentados y agresiones contra estudiantes y sindicalistas.

A partir de julio de 1970, el Escuadrón adquirió otra dimensión y proyección con la formación de grupos clandestinos que centrarían sus objetivos hacia lo que se denominaba la periferia del MLN: familiares de guerrilleros clandestinos, abogados de presos políticos y activistas estudiantiles investigados por su posible vinculación con los guerrilleros. El cambio cualitativo fue la decisión de utilizar explosivos plásticos para los atentados y de concretar desapariciones y asesinatos a modo de represalia.

En setiembre de 1971, tres meses después de la desaparición del estudiante Abel Ayala, del asesinato de Manuel Ramos Filippini (cuyo cuerpo fue abandonado en unas rocas de Pocitos acribillado de 14 balazos y lacerado por múltiples torturas), y de la desaparición de Héctor Castagnetto (véase en este informe la confesión de Bardesio), el ministro del Interior del gobierno de Jorge Pacheco, el brigadier Danilo Sena, admitía explícitamente el vínculo oficial con las bandas parapoliciales. En un despacho a Washington el embajador de Estados Unidos, Charles Adair, resumía los términos de una conversación con el ministro: “Dijo que Uruguay en esos momentos estaba en guerra contra el terrorismo y que en esa lucha era necesario recurrir a todo tipo de acciones. Luego afirmó que existía una muy real posibilidad de que el MLN, a través del temor, sucesivamente paralizara y neutralizara a todos los elementos que se oponían a su intento de destruir las instituciones uruguayas. El gobierno uruguayo tenía que demostrar que el MLN no era todopoderoso y eran necesarios muchos y diferentes tipos de acción para comprobarlo”.

En diciembre de ese año un informe de la embajada estadounidense hacía un balance de la operativa del Escuadrón: “Existen serias dudas de que tales grupos hayan sido eficaces contra los tupamaros o los otros izquierdistas que constituyeron sus principales objetivos. La acción en menor escala de estos grupos distrajo la atención oficial y el esfuerzo por mejorar los programas antisubversivos de la policía normal, y a la vez despertaron cierta simpatía del público por las víctimas izquierdistas del ‘Escuadrón de la Muerte’”.

Una reflexión similar a la del ministro Sena, reproducida también en un documento desclasificado del Departamento de Estado, fue trasmitida en una conversación con diplomáticos estadounidenses por el entonces candidato presidencial Jorge Batlle. Batlle se lamentaba de que su derrota en las elecciones de noviembre de 1971 hubiera abortado un “plan” para la solución de la violencia, por lo que sólo quedaba combatir a la subversión “con sus propios métodos”.

La nueva estructura del Escuadrón exhibía, en el otoño de 1971, un nivel de decisión y de autorización de operativos que recaía en los subsecretarios del Interior y de Defensa. A lo largo de ese año ocuparon la subsecretaría del Interior el abogado Carlos Pirán, el coronel Julio Vigorito y el profesor Armando Acosta y Lara. En un nivel inferior se ubicaban los funcionarios que oficiaban de enlace: el coronel aviador Walter Machado, primero, y después el capitán de navío Jorge Nader Curbelo coordinaban con el Ministerio de Defensa. A su vez, el capitán de la Armada Ernesto Motto Benvenuto realizaba tareas de enlace del Estado Mayor Naval con la Jefatura de Policía. El inspector Pedro Fleitas, secretario del coronel Volpe (encargado por el presidente Pacheco del Registro de Vecindad), hacía de enlace con los jefes de los grupos operativos. Los jefes de departamento de la Inteligencia Policial (Castiglioni, Macchi, Campos Hermida) eran responsables de suministrar armas, explosivos, vehículos, cobertura y eventualmente personal.

El médico paraguayo Crosas Cuevas era de alguna manera el jefe operativo de varios grupos del Escuadrón. De las confesiones de Bardesio a los tupamaros surge que estaba en posición de dar órdenes al subcomisario Óscar Delega, al oficial Fleitas, al subcomisario Pablo Fontana y al propio Bardesio, quien oficiaba de coordinador entre los grupos (por lo menos tres) y el Ministerio del Interior.

Los miembros del Escuadrón se reunían en el estudio fotográfico Sichel, de la calle bulevar España, donde Bardesio revelaba las fotografías tomadas en el Aeropuerto de Carrasco de los pasaportes de viajeros con destino a Cuba, y que después entregaba a sus contactos de la CIA en la embajada estadounidense. Una casa de la calle Araucana, en Carrasco, alquilada por el Ministerio del Interior, era otra base de operaciones del Escuadrón, regenteada por el paraguayo Crosas y Miguel Sofía. Algunas reuniones se efectuaron en el apartamento del embajador de Paraguay en Montevideo, en el edificio Panamericano, mientras que las instalaciones del Club Naval servían para sesiones de entrenamiento de miembros del Escuadrón.

Desde el Ministerio del Interior se desarrollaron los contactos con aparatos de inteligencia de Argentina, Brasil y Paraguay, con vistas a obtener apoyo para los grupos parapoliciales. Pirán –quien expresamente encomendó a Bardesio la formación de un grupo operativo que después se conocería como Comando Caza Tupamaros– negoció con la SIDE argentina el desplazamiento de cuatro policías que realizarían entrenamiento en el uso de armas y explosivos. El acuerdo se tejió directamente entre el presidente Pacheco y el general Roberto Levinston, que había sucedido en la presidencia argentina al general Onganía. Uno de los policías que recibían los cursos, Nelson Benítez Saldívar, reveló que en el ínterin Levinston fue desplazado por el general Alejandro Lanusse, lo que generó inquietud respecto de la suerte que podrían correr los “estudiantes” en Buenos Aires. Benítez contó que a los pocos días fueron informados: “No se preocupen que hoy Lanusse confirmó el curso con el presidente Pacheco en comunicación directa”. Los contactos con Brasil fueron realizados por el comisario Campos Hermida por orden del subsecretario Acosta y Lara. Por lo menos dos funcionarios de la Dirección de Inteligencia se trasladaron a Brasil; ambos participaron en el asesinato de Castagnetto.

OTRAS APOYATURAS.

La embajada estadounidense en Montevideo tenía una visión más general: un documento de diciembre de 1972 hacía un balance de “la asistencia de terceros países en seguridad interna”. Los asesores (el capitán Morgan, el coronel Kerr y teniente coronel Haynes) se manifestaban incapacitados para estimar el monto de la “asistencia abierta” que las fuerzas policiales y militares uruguayas recibían de sus vecinos, aunque suponían que, “en todo caso, no es ni grande ni decisiva para los esfuerzos antiterroristas de la Fuerzas Conjuntas”.

El mayor volumen de ayuda consistía en el suministro de municiones, armas cortas, gases lacrimógenos, y equipo de transporte y comunicaciones, e involucraba “varios millones de dólares”; pero la principal ayuda “es el entrenamiento en las escuelas militares argentinas, así como en las de Brasil y España”.

Junto con la asistencia abierta –afirmaba el documento desclasificado por el Departamento de Estado– “hay también evidencia de que Argentina, Brasil y quizás Paraguay hayan dado alguna clase de soporte para los grupos uruguayos clandestinos antiterroristas. Tal ayuda no ha llegado a través de los canales militares regulares, pero sí a través de las respectivas agencias de seguridad en los dos países, el Servicio de Información del Estado (SIDE) de Argentina, y el Servicio Nacional da Informação (SIN) de la Policía Federal de Brasil”. El informe evaluaba que debía existir una “variedad de grados de coordinación en inteligencia” entre los servicios uruguayos y los de los vecinos.

Esta clase de “asistencia” encubierta desde Argentina estuvo “limitada al entrenamiento de unos pocos oficiales”. En cambio, afirma el documento, “los brasileños entrenaron a militares y policías uruguayos vinculados a grupos antiterroristas que pusieron bombas, secuestraron y hasta mataron a sospechosos de ser miembros de grupos terroristas de la izquierda radical”.

LAS ACCIONES.

Ciertas armas y los explosivos plásticos llegaron a Montevideo por valija diplomática desde Brasil y fueron usados en el rosario de atentados que jalonaron la campaña electoral de 1971. Además de las decenas de atentados contra los locales de los comités de base del Frente Amplio, y contra las sedes de los partidos que lo integraban, un blanco predilecto del Escuadrón fueron los abogados defensores de presos políticos. Arturo Dubra, Dellacqua, Alejandro Artuccio y María Esther Gilio sufrieron atentados reiterados que destrozaron parcialmente sus casas. Profesores de enseñanza secundaria fueron objeto sistemático de atentados con bomba, así como editoriales, librerías e iglesias. Entre comienzos de 1970 y comienzos de 1972 se contabilizaron más de 200 atentados, 54 sólo entre noviembre de 1971 y marzo de 1972. Ni uno solo de esos hechos fue investigado por la Policía. Ningún responsable fue identificado.

Por lo menos en dos ocasiones el Escuadrón intentó asesinar al candidato presidencial del Frente Amplio, el general Liber Seregni, durante las giras de campaña electoral. Una emboscada planificada en Rivera logró ser eludida cuando la dirección del Frente Amplio cambió el recorrido de la caravana a último momento, gracias a un alerta. En Castillos la caravana fue tiroteada y en el tumulto durante un acto murió un joven de un disparo.

Otro asesinato planificado por el Escuadrón sucedió el 28 de febrero de 1972 y al parecer fue una respuesta directa al secuestro de Bardesio, ocurrido tres días antes. El cuerpo del estudiante Íbero Gutiérrez, de 22 años, fue abandonado en un baldío a pocos metros de la intersección de Camino de las Tropas y camino Melilla; exhibía fracturas múltiples y 13 impactos de bala. A su lado un cartel decía: “Vos también pediste perdón. Bala por bala. Muerte por muerte. Comando Caza Tupamaros”.

El 14 de abril de 1972, en función de las confesiones de Bardesio, los tupamaros desataron una violenta acción de represalia y simultáneamente enviaron a diversos legisladores los casetes con los interrogatorios al fotógrafo policial, trascripción conocida como “las actas Bardesio”. Una mayoría parlamentaria prefirió ignorar las evidencias sobre la existencia del Escuadrón de la Muerte. De todas formas, los grupos paramilitares y parapoliciales dejaron de operar. Las Fuerzas Armadas ocuparon su lugar, y a partir de la declaración del estado de guerra interno desplegaron los mismos métodos pero en una dimensión superlativa, configurando el terrorismo de Estado que implicó la violación sistemática de los derechos humanos durante más de una década.



Otros dos hijos de desaparecidos recuperaron su identidad

Se trata de la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, desaparecidos en 1977, y del hijo de María Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrados en 1980.







Las Abuelas de Plaza de Mayo queremos comunicar que felizmente, gracias a la lucha sostenida durante estos más de 30 años, otros dos hijos de desaparecidos han recuperado su identidad. Se trata de la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, ambos desaparecidos en distintos operativos, el 28 de febrero de 1977; y el hijo de María Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrados entre abril y julio de 1980.
La hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, quién nació en el cautiverio de su madre a fines de abril, principios de mayo de 1977, recuperó su identidad el pasado viernes 25 de julio, luego de que le comunicaran que incluía en la familia Trotta-Castelli en un 99,99%. El hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, desapareció junto a sus padres, y supo que era hijo de desaparecidos el pasado martes 29 de julio, cuando fue informado de su inclusión en un 99,99% en la familia Goya-Martínez Aranda, por el juez Federal Ariel Lijo.

El caso Trotta -Castelli
María Teresa Trotta nació el 14 de julio de 1950 en la provincia de Buenos Aires. Sus amigos la llamaban "Tere", "Teresita" o "La Petisa". Roberto nació en la ciudad de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1946 y sus amistades lo llamaban "Beto" o "Cabezón". En 1974 nació su primera hija, Verónica. Ambos militaban en la columna oeste de la organización Montoneros. Sus compañeros de militancia los llamaban a ella "Ana" y a él "Daniel". Fueron secuestrados el 28 de febrero de 1977, Roberto en Merlo y María Teresa, embarazada de seis meses y medio, se presume que cerca de San Antonio de Padua.
La pareja fue vista por sobrevivientes en el Campo Clandestino de Detención "Sheraton" y en "El Vesubio". Según testimonios obtenidos, la joven fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo donde dio a luz. Desde ese momento se perdió el rastro de la niña, y sus familiares junto a las Abuelas comenzaron la búsqueda.
Abuelas de Plaza de Mayo y las familias Trotta y Castelli tenían presentada la denuncia ante la justicia por la desaparición del bebé desde 1983. Su hermana Verónica integra la agrupación H.I.J.O.S y junto a otros compañeros fundó la Comisión Hermanos del organismo desde donde realizan la búsqueda de sus hermanos desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Después de años de lucha, el viernes pasado, Verónica supo que su hermana es otro caso de adopción a través del Movimiento Familiar Cristiano que, aparentemente, durante la última dictadura entregaba niños en adopción sin investigar el paradero de su familia. De este modo, recién luego de 25 años los familiares supieron del paradero de la niña y la joven puede conocer su verdadero origen biológico.

El caso Goya- Martínez Aranda
María Lourdes Martínez Aranda nació el 1º de marzo de 1952 en México. Su familia la llamaba "Lupita". Francisco Goya el 6 de mayo de 1949 en la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco. Sus amigos lo llamaban "El Loco" o "El Gordo". Junto a su primera esposa tuvo dos hijos, Juan Manuel en 1972 y Emilio en 1974. Militó en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en la Juventud Peronista y en la organización Montoneros. Sus compañeros de militancia lo conocían como "El Loco", "El Gordo", "Cro", "Oli, "Alcides" o "El Chelo".
Durante su exilio en México, Francisco conoció a Lourdes quien militaba en el Partido Comunista mexicano. En marzo de 1979 la pareja se fue a España y el 31 de julio del mismo año nació su hijo, Jorge Guillermo.
Lourdes y Francisco volvieron al país en el marco de la Contraofensiva. Los tres fueron secuestrados entre abril y julio de 1980 en la provincia de Mendoza. Se sospecha, que permanecieron detenidos en el Centro Clandestino de Detención "Cuevas" en Mendoza. Sus familiares y Abuelas de Plaza de Mayo siguieron desde entonces el caso.
La investigación llevada a cabo por Abuelas tomó fuerza luego de una denuncia de un arrepentido. Con este dato se pudo ubicar al joven, quien el pasado lunes supo que es hijo de Lourdes y Francisco.
Su hermano Emilio, al igual que Verónica, integra la agrupación HIJOS de Chaco y ha sido un activo investigador en la búsqueda de su hermano.

Verónica Castelli con Rosa Rosinblit y Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo.
Dos hijos de desaparecidos recuperaron su identidad y ya hay 92 casos resueltos

Con los hermanos como protagonistas

La hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, nacida en cautiverio, y el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya, secuestrado junto a sus padres, fueron localizados por Abuelas de Plaza de Mayo. Sus hermanos fueron motores de la búsqueda.


Verónica Castelli con Rosa Rosinblit y Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo.
Por Victoria Ginzberg

Verónica Castelli y Emilio Goya tratan de hacer equilibrio entre la emoción y la prudencia. Militantes de HIJOS, ambos acaban de encontrar a sus hermanos secuestrados durante la última dictadura. Ante todo, quieren preservar esa relación que está renaciendo después de treinta años. Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, fue la encargada de dar la noticia oficialmente: dos nuevos nietos, dos nuevos jóvenes, recuperaron su identidad. Y sus hermanos fueron protagonistas de la búsqueda.

Los dos nuevos nietos recuperados son la hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli y el hijo de Lourdes Martínez Aranda y Francisco Goya. Ella nació durante el cautiverio de su madre, a fines de abril o principios de mayo de 1977, y el viernes pasado supo que era hija de desaparecidos. El fue secuestrado junto a sus padres en 1980. El juez federal Ariel Lijo le contó su historia el martes.
La casa de las Abuelas de Plaza de Mayo se llenó ayer a las cuatro de la tarde. Camarógrafos, fotógrafos y periodistas esperaban el inicio de la conferencia de prensa en la que también participó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Puertas adentro, el lugar estaba lleno de treintañeros. Verónica Castelli se sentó al lado de las Abuelas Estela de Carlotto y Rosa Rosinblit. Dos compañeras le sostenían la espalda, como ella lo había hecho con otros. Cuando la presidenta de Abuelas nombró a sus padres, no pudo contener las lágrimas. “Esperamos poder seguir haciendo estos anuncios tan rápido y seguido como la historia lo requiere”, aseguró Carlotto. Hasta el momento, son 92 los niños secuestrados o nacidos en cautiverio que recuperaron su identidad.

María Teresa y Roberto


María Teresa Trotta nació el 14 de julio de 1950 en la provincia de Buenos Aires. Roberto nació en la Capital Federal el 28 de diciembre de 1946. En 1974 nació su primera hija, Verónica. Fueron secuestrados el 28 de febrero de 1977, él en Merlo y ella, embarazada de seis meses, se presume, cerca de San Antonio de Padua. Fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino de detención Sheraton y en El Vesubio.
Los testimonios obtenidos en la investigación indican que María Teresa fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo para dar a luz. Según la pesquisa, la niña fue adoptada a través del Movimiento Familiar Cristiano que, aparentemente, durante la última dictadura entregaba bebés en adopción sin investigar el paradero de su familia. Esta misma organización estuvo involucrada en el caso de Belén Altamirano Taranto, otra nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo.
“Tengo una sensación similar al momento en que nació mi hijo. Por primera vez me siento plena. Dediqué mi vida para esto. Estoy muy feliz”, dijo Verónica en la conferencia de prensa. Emilio, motor de la búsqueda de Jorge Guillermo, prefirió no participar del anuncio público sobre la recuperación de su hermano.

María Lourdes y Francisco


Francisco Goya nació en Resistencia. Tuvo dos hijos –Juan Manuel, en 1972, y Emilio, en 1974– con su primera mujer. Militó en el Movimiento Nacionalista Tacuara, en la Juventud Peronista y en Montoneros. Durante su exilio en México conoció a María Lourdes Martínez, ciudadana de ese país y militante del Partido Comunista. En marzo de 1979 la pareja se fue a España y el 31 de julio del mismo año nació su hijo Jorge Guillermo.
Lourdes y Francisco volvieron a la Argentina en el marco de la Contraofensiva. Los tres fueron secuestrados entre abril y julio de 1980 en Mendoza. A partir de un dato de un “arrepentido” el juez Lijo pudo encontrar al niño, hoy un joven.

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Enviado por:
Antonio Viana

Textil de compañeros del Frente Popular Dario Santillan

Anmcla en Argentina: Tupac microemprendimiento productivo de textil de compañeros del Frente Popular Dario Santillan






Gracias:
anmcla
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Condena del represor Miguel Etchecolatz




Miguel Osvaldo Etchecolatz fue Comisario general de Policía de la provincia de Buenos Aires, donde se convirtió en la mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense general Ramón Camps. En virtud de su cargo, fue responsable de 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la mencionada provincia, en los que fue visto reiteradamente. Entre estos se encontraron el Pozo de Quilmes, el COT1 Martínez y la División Cuatrerismo de La Plata (Arana). También fue responsable por la "Noche de losLápices",

La Cámara Federal lo condenóo a 23 años de prisión por encontrárselo responsable de 91 tormentos cometidos durante su actuación como director general de Investigaciones de la Policía bonaerense. Fue libe rado cuando la Corte Suprema de Justicia le aplicó la ley de obediencia debida.

En Mayo del 2000, el juez federal Humberto Blanco inició un proceso contra Etchecolatz por el homicidio de Diana Teruggi, el 24 de noviembre de 1976 y la desaparición de su bebé, Clara Anahí Mariani; la privación ilegítima de la libertad, la aplicación de tormentos y el homicidio calificado del fiscal Antonio Bettini y su suegra, Mercedes Houerquebie de Francese, Ambrosio Francisco de Marco, Patricia Graciela Dell 'Orto (también la violación de esta joven), Elena Arce, Nora Formigo y Margarita Delgado y la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos de Jorge López y de Nilda Eloy.



Gracias:politicArgentina


martes, 29 de julio de 2008

Ocho genocidas fueron condenados a cadena perpetua en cárcel

Después de mas de 30 años de impunidad, finalmente el 24 de julio de 2008, Menéndez y otros siete genocidas que secuestraron, torturaron y asesinaron durante la última dictadura militar, fueron condenados a cadena perpetua en cárcel común por delitos de lesa humanidad. Desde ADIUC expresamos nuestra más sentida conformidad con la sentencia dispuesta a los represores y enviamos nuestro saludo fraterno a quienes durante todos estos años mantuvieron viva la memoria y lucharon por este juicio y castigo. Video: estas son nuestras imágenes de ese histórico día.











Gracias: www.adiuc.org

Asamblea Nacional de Crysol

27 de julio: asamblea de la organización de ex presas y ex presos políticos Crysol, de Uruguay


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Parte 1





parte 2




Gracias:
surdase
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Charla informal con el Pepe Mujica

Pepe Mujica: Botnia Miente!








gracias: hedichono
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Al margen:

'Kelo' la embarcación piquetera sigue detenida. Prefectura había advertido de situación.
Tal como informamos en el día de ayer un lancha piquetera había sido detenida por prefectura, la que aún continúa detenida a la espera del pago de la multa respectiva la que rondaría los U$S 2.000. El hecho mobilizó a integrantes del grupo piquetero que ayer manifestó enfrente a las oficinas del consulado uruguayo en Gualeguaychú, donde la proclama decía "lancha secuestrada", evidenciando un error en el concepto del procedimiento realizado, otro de los tantos errores que lamentablemente ha
cometido este movimiento que de ambientalista poco tiene.
El titular de la lancha estará pensando
"kelo"... parió!...


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lunes, 28 de julio de 2008

44 AÑOS CALI COLOMBIA UNIVALLE

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Gracias: MonicaBoliet44
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Mujica corazón, acá tenés los pibes para la liberación

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José Mujica cerró su visita de tres días a la Argentina.

En el medio del discurso, una militante ambientalista interrumpió al líder del MPP ( Movimiento de Participación Popular, exTupamaros) al grito de "¡Fuera, Botnia!", lo que generó la respuesta de los asistentes con gritos e insultos..
"Respetemos las opiniones, no nos calentemos. Sé que hay cosas que nos separan, pero tenemos que buscar la integración", dijo Mujica., uno de los más importantes dirigentes de la coalición Frente Amplio-Espacio Progresista (FA-EP), que gobierna en el Uruguay.

Durante su exposición en el encuentro organizado por militantes del MPP en (la Ciudad Autónoma de) Buenos Aires, el senador elogió al equipo económico. "La eficiencia del equipo económico ha bajado a tierra, como pudo, la reforma tributaria, una de nuestras propuestas programáticas. Se le ocurrió meterle mano a fondo a los que tienen ingresos altos, y se armó lío. Ese será el principal tema de la campaña electoral", señaló.

Durante su discurso de algo más de una hora, Mujica admitió haber aprendido algunas cosas de "la contrarrevolución neoliberal".

"Destrozó muchas cosas, pero dejó algunos saberes: no se puede vivir con déficit fiscal", dijo.
En el auditorio atestado, un centenar de personas siguió el acto de pie. Entre ellos estaba un grupo del movimiento Libres del Sur, una pequeña organización de izquierda. "Mujica corazón, acá tenés los pibes para la liberación", cantaban, mientras hacían flamear banderas.

Antes del comienzo de su exposición, el líder del MPP recibió un diploma en homenaje de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Al comienzo de su discurso, Mujica pidió perdón por estar mal informado y haber dicho en (la Ciudad de) Buenos Aires que "el agua está más limpia hoy que antes de que se instalara Botnia". "Metí la pata porque estaba desinformado", dijo.

Varios medios argentinos siguieron la exposición de Mujica, en la que describió la situación heredada por el gobierno del Frente Amplio.
Admitió que el gobierno no es de ruptura, al tiempo que destacó logros. "Decidimos repartir una
computadora por gurí y eso nos sale un ojo de la cara. Iba a salir 60 millones de dólares (estadounidenses).
Saldrá más, pero los gurises, hasta los más pobres, están entrando en la era digital".
Mujica se reunió ayer en la Casa Rosada con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Entre los temas abordados sobresalió la cuestión energética. "No se tocó el tema del gas, pero sí el de la energía nuclear. Hasta hace poco, ellos (por los argentinos) tenían una política de desarrollo autónomo en energía nuclear, pero la dejaron por el camino para tener un desarrollo empalmado con Brasil. Y eso es bueno porque en el Uruguay dicen que si tomáramos la decisión ahora (de avanzar en energía nuclear) demoraríamos 15 años. De pronto, podemos acortar mucho esos plazos si logramos cierta colaboración de la región", dijo Mujica.

El encuentro con Parrilli fue el de mayor tono político en la visita de tres días que Mujica emprendió por (la Ciudad de) Buenos Aires.





Familiares independientes: Carta a Mujica


Opinion sobre el paso del Mujica por Buenos Aires

El senador Mujica, ex tupamaro, candidato a la presidencia, visita Buenos Aires en su campaña madrugadora electoral.
Fiel sus dichos siempre afirmo "pa juntar votos soy bueno".
Nos preguntamos: pasó por los pozo de Oreletti, Banfield y/o Quilmes, por donde pasaron los verdaderos tupamaros resistentes ??
Aquellos heroícos tupas de la UAL entre ellos Ataliva Castillos, Eduardo Gallo Castro, Miguel Angel Ríos Casas, "el Cholo", María Asunción Artigas Nilo, "Mari", "el Tatu", Ary Héctor Severo Barreto y toda su familia más de seis miembros asesinados??
Conoce Mujica los compañeros de la GAU, PVP, PCR, PST y a la propia UAL?
Estamos seguros que en Buenos Aires hará lo mismo que en Montevideo, le hará los favores a los oligarcas latifundistas porteños, les defenderá el bolsillo pa no pagar detracciones y también acompañará sus medidas con gestos Sandrini y Semillita para que los oligarcas se diviertan con el bufón florista venido a payaso electoral vestido de gaucho pueblerino!!
Familiares independientes le envía esta carta al Mujica para que se acuerde de algo el "desmemoriado",
Saluda muy atentamente
Familiares Independientes (FI)







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La camiseta confidencial regalo del rey


Camiseta que Bush padre regaló al 'rey', ciudadano Juan Carlos de España,

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Por: YVKE Mundial "
Fecha de publicación: 27/07/08

El Jefe de Estado mostró con alegría la franela que le regaló Juan Carlos de Borbón. VTV

27 de julio 2008. - El Presidente Hugo Chávez resaltó este domingo lo exitoso de su gira internacional por Bielorrusia, Rusia, España y Portugal, explicando además lo tendencioso de las campañas mediáticas en su contra, que afirmaron falsamente que ofrecía a Rusia el territorio venezolano para bases militares. Recordó que es Estados Unidos el país que tiene bases militares repartidas en decenas de países del mundo, incluyendo la de Guantánamo, Cuba, y le pidió respeto al nuevo gobierno gobierno que asuma el control de la potencia estadounidense luego de las elecciones de noviembre.

También resaltó su reunión con el rey de España, y con alegría mostró la franela que éste le regaló, y que una tercera persona, cuyo nombre se comprometió a no revelar, le obsequió al monarca español.


Chávez: Gobierno colombiano cometió delito al usar logos de Cruz Roja y TeleSUR

Por: TeleSUR
Fecha de publicación: 27/07/08

27 de julio 2008. - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó este domingo que el gobierno colombiano cometió un delito internacional al usar, de manera ilegal, los logotipos de la Cruz Roja y del canal multiestatal TeleSUR en la llamada "Operación Jaque".

Durante su programa dominical de radio y televisión Aló Presidente, Chávez criticó la actitud asumida por el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, que consideró como "irrelevante" la usurpación de la labor periodística y humanitaria en un operativo militar.

"Para ellos eso es irrelevante. Utilizar los símbolos de TeleSUR en la operación que ellos lanzaron, eso es un delito, un delito internacional", sostuvo.

"Yo soY incapaz de hacerlo, pero suponte tu que por error lo hago, ya me estuvieran enjuiciando en la Haya. Fíjense la doble moral del mundo", fustigó.




Comunicado público mundial de TeleSUR ante afirmaciones de ministro Santos
TeleSUR no acepta pretensión de gobierno de Colombia de suplantar a sus periodistas y evalúa acciones legales internacionales

Por: Aporrea / TeleSUR
Fecha de publicación: 26/07/08

26 de julio 2008. - En un comunicado público mundial, el canal multiestatal TeleSUR fijó posición y rechazó contundentemente la pretensión del gobierno colombiano de suplantar a periodistas de esta televisora en la acción militar que simuló una supuesta misión humanitaria. Expresó que la conducta de las autoridades de Colombia no puede ser aceptada bajo ningún pretexto, porque viola el derecho de gentes, los acuerdos internacionales y las leyes de la guerra, que son logros de la civilización. A continuación el texto íntegro del Comunicado:

"Fieles al compromiso de informar oportuna y verazmente, hace unos días registramos y comunicamos a nuestra audiencia las declaraciones del ministro colombiano de la Defensa, Juan Manuel Santos, durante un Foro en el Centro Para el Progreso Americano en la ciudad de Washington, Estados Unidos, en las que afirma que entrenaron a militares 'para que se hicieran pasar por un italiano, un australiano, un árabe, un médico, una enfermera y un camarógrafo de TeleSUR'.

1. Suplantar a periodistas en una operación militar es una simulación pérfida y una felonía fraudulenta tan grave como suplantar a la Cruz Roja Internacional, que no puede ser aceptada bajo ningún pretexto, porque viola el derecho de gentes, los acuerdos internacionales y las leyes de la guerra, que son logros de la civilización.

2. Semejante irresponsabilidad constituye un peligro para la vida de profesionales inocentes, precariza su seguridad y así atenta contra el derecho universal a la información.

3. Rigurosidad y honestidad son los cimientos de la labor cotidiana de TeleSUR. Este canal está comprometido en transmitir la información de manera veraz y oportuna, como le consta al gobierno colombiano y a los de aquellos países donde tenemos corresponsalías.

4. Ni periodistas, ni personal de TeleSUR participaron ni participarán en la denominada "Operación Jaque", ni en ninguna acción ajena al objetivo de informar.

5. TeleSUR no dio ni dará autorización al gobierno colombiano, ni a ningún otro, para la suplantación o uso de los distintivos de esta casa periodística.

Gracias:

queremosrepublica
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Floreal García, el boxeador tupamaro


Campeón panamericano en 1963, militante social, preso de la dictadura uruguaya, fue secuestrado en la Argentina en 1974 y su cadáver apareció acribillado en Soca.



La medalla de oro le colgaba a la altura del ombligo. Era peso mosca y los mosca, se sabe, son bajitos, metro sesenta y pico. Gualberto Floreal García la había ganado en los Juegos Panamericanos de 1963; una de las trece (cuatro doradas) que Uruguay conseguiría en San Pablo, Brasil, para clasificarse sexto, un escalón debajo de Cuba, que respiraba los nuevos aires de su revolución. Cuentan las crónicas de la época que el crédito del barrio Los Olivos, cuando llegó al aeropuerto de Carrasco, se negó a subir a un viejo Cadillac que lo aguardaba para mostrarse por las calles de Montevideo. El prefirió un camión compartido con sus amigos. La anécdota lo define con precisión quirúrgica, la misma que tuvo para derrotar por puntos al brasileño Pedro Días en aquella final.


Floreal García, de las luces del ring a las sombras de la clandestinidad


Las vidas de un luchador (texto completo)
por Nelson Lista, periódico vecinal Periscopio (intercambio con vecinet)
Gualberto Floreal García nació el 24 de mayo de 1943 y vivió su niñez en Los Olivos, un barrio chiquito y poco conocido entre el Hipódromo y Las Acacias. A comienzos de la década del 60 los chiquilines se arremolinaban tras la pelota en plena calle, pero otro deporte, el box, también atraía multitudes, era la época en que el ídolo indiscutido era Dogomar Martínez. Floreal no había cumplido los 16 años cuando le calzaron un brillante par de guantes, y con ellos llegó muy alto: fue campeón uruguayo, entró tercero en el Latinoamericano y logró la Medalla de Oro y el título de Campeón Panamericano en 1963. Fueron años gloriosos, de trompadas, de abrazos y de relucientes trofeos. La vida parecía sonreír, pero sin embargo serían otros caminos -mucho más trágicos- los que iba a recorrer aquel muchacho nacido para luchar
El deporte de los puños atraía a los jóvenes, que ansiaban tirar la piña y entrenar en algún club. "Si no te sabías defender, la quedabas".
Gualberto Floreal García era uno de esos chiquilines, pero sus éxitos lo llevaron a trascender fronteras. Fue Campeón Uruguayo en su categoría (Mosca), luego en Argentina compitió en el Campeonato Latinoamericano y salió tercero. Pero su mayor logro lo consiguió el
4 de mayo de 1963, cuando obtuvo la Medalla de Oro y el título de Campeón Panamericano, venciendo por puntos al brasileño Pedro Dias, en el estadio de Pacaembú, en San Pablo.
Al año siguiente se realizarían las Olimpíadas en Tokio. Floreal era el candidato natural para representar a Uruguay, pero poco antes de la partida ocurrió lo inesperado: el campeón se fugó de la concentración. Algo en él se había quebrado, es el punto de inflexión en su carrera y en su vida.
Los amigos
"Mirá que vamos para allá a estar contigo", le dijo su amigo Pocho (Hugo García), cuando la barra lo fue a acompañar al aeropuerto el día que se iba a San Pablo, a participar en el Panamericano. "No me jodan, quédense tranquilos acá. A qué van a ir...". Pero ellos la tenían clara; eran sus amigos y no lo podían dejar solo en esa parada tan difícil.
Entrevistado por el matutino El Popular antes de la partida, Floreal manifestaba: "Me siento fuerte, estoy seguro de que saldré bien del paso. Asumo la responsabilidad de defender a Uruguay en un torneo de esta trascendencia y haré todo lo que pueda para responder a las esperanzas que han depositado en mí".
Fue así que días después el Pocho, el Negro Plá y el Cascarilla Da Silva -que recalaban en el Club Centella- se bamboleaban en un viejo vagón de
AFE, rumbo a Melo. Ninguno de ellos había salido del país; todos eran hijos de trabajadores, de gente no acostumbrada a esos trotes. En la frontera ni se acordaron de mostrar las visas que llevaban y se embarcaron en un ómnibus, así nomás, rumbo a San Pablo.
Tres boxeadores y un viaducto
Medio dormidos y acalambrados después de más de mil kilómetros de carretera, arribaron a aquella ciudad gris, inmensa y lluviosa. Los últimos pesos que llevaban se los tragó un taxi que los "paseó" hasta llegar a la concentración en la Villa Olímpica.
El encuentro con Floreal y los otros uruguayos fue increíble. Cuando los vio quedó pálido: "¡No se puede creer, ustedes están locos! ¡Se vinieron, nomás!" Y llovieron los abrazos.
Esa noche tuvieron que dormir debajo de un puente. Los compañeros de la Villa Olímpica les llevaron comida. Al otro día les alcanzaron unas batas de boxeo, y ahí pudieron -bajo cuerda- entrar a comer junto con los competidores.
El viaje había tenido sus incomodidades, es cierto, pero a los
20 años esa aventura bien valía la pena. ¡Cuando lo contaran en el barrio nadie les iba a creer! Y lo más importante era que habían visto las tres peleas de Floreal.
El
28 de abril fue la primera. Se enfrentó con un argentino, un tal Camargo: "A ese lo paliseó", cuenta Pocho. El segundo encuentro fue el de mayo, contra el campeón chileno José Flores. "Ese fue un peleón. Floreal le ganó, y cuando sonó la campana lo seguía golpeando. Después el chileno nos contó que le gritaba a Floreal '¡Cabro párate, que ya me ganaste!', y Floreal seguía pegando. No fue fácil pararlo".
Y por fin, el
4 de mayo de 1963, llegó la gran velada: a final contra el brasileño Pedro Días. Era como el Maracaná del boxeo. "Había ocho mil personas en Pacaembú: 'Brasil, Brasil' era el grito que se escuchaba. Cuando empezó la pelea, el primer round fue parejito, aunque Floreal estaba un poco arriba. En el segundo asalto el brasileño empezó a agarrar. Y en el tercero -no me olvido más, confiesa Pocho- Días trastabilló y sonó la campana... Ya los gritos de 'Brasil, Brasil' no eran tan fuertes y los venezolanos, los cubanos, los chilenos y los argentinos se juntaron con nosotros y todos gritábamos por Uruguay. "En el tercer round Floreal parecía un rotswailer enfurecido..."
De las tantas crónicas de prensa de esos días, vale la pena transcribir una del matutino La mañana: "Su agresividad desbordó al brasileño Pedro Días", titulaba. "
FG venció por puntos a PD.La decisión de los cinco jurados fue unánime. Después de unos primeros momentos de estudio, los boxeadores se lanzaron a buscar directamente el knock out, en combate a media distancia. Enseguida cambió la forma de pelear: García llevó la iniciativa en los dos round finales, en dura pelea cuerpo a cuerpo. García lució una guardia muy cerrada, de la que salía para golpear fuertemente a Dias, quien debió dejarse llevar a las cuerdas, donde fue violentamente castigado, lo que acentuó la diferencia neta en favor del uruguayo".
Pocho relata el final del combate: "El brasileño terminó la pelea paradito, y al no haber knock out, había que esperar el fallo. ¡Eso era lo difícil! Porque el hombre era locatario, y cuando es por puntos siempre hay discusión. Pasaron unos minutos de silencio, iban y venían las tarjetas de los jurados; la expectativa crecía esperando el resultado...
En la esquina de Salustio y Galbani -en Los Olivos-, apretujada alrededor de la radio, una pequeña multitud esperaba ansiosa. Los amigos, los hermanos, los vecinos y el padre de Floreal contaban esos minutos interminables. La voz, desafinada y entrecortada, que salía con dificultad del pequeño parlante, era la del legendario relator de box Buck Canel, quien era escuchado por toda la comunidad hispana. Canel, con acento centroamericano, era el preferido de la afición uruguaya, que seguía con interés las grandes peleas de la época, como las de Archie Moor o las de Rocky Marciano.
Rocío García, una de las hermanas de Floreal, recuerda: "En esos minutos en que no se sabía quién había ganado, a nosotros se nos cortó la respiración. El barrio estaba pendiente, escuchando".
De pronto dijeron: "El ganador es...Gualberto Floreal García, Campeón Panamericano".
Allá en Pacaembú el juez todavía mantenía el brazo derecho de Floreal en alto, cuando en Montevideo, en Los Olivos, aquella esquina comenzó a poblarse de vecinos coreando "¡Floreal campeón!, ¡Floreal campeón!". "La alegría de los muchachos era enorme, y los vecinos, todos, festejaban".
El Centella
El Club Centella está ubicado en la calle Iberia, entre Zolá y Niágara, a pocas cuadras de
Gral. Flores. A la vuelta de la casa de Floreal.
Los muchachos se nucleaban en el Centella y la institución participaba de cuanto torneo futbolero había en la zona. Pero la institución trascendía lo meramente deportivo. Allí se realizaban bailes a los cuales asistía gente de todos los rincones. Llegaron a cantar allí los artistas más destacados de la época, como el "jilguero de La Unión", el recordado Romeo Gavioli, pero también Alberto Mastra, Francisco Amor y Dardo Sismondi, para citar a los más conocidos.
La cultura popular era, comparada con la de hoy, mucho más dinámica. Múltiples tablados en Carnaval, decenas de cines de barrio como el Jockey Club, "El cine de las primicias", que era el más cercano a Los Olivos, en General Flores y Mendoza. Y había muchos clubes que organizaban actividades sociales y culturales, y aquellos bailes de rompe y raja...
Los primeros guantes
"Yo ya entrenaba en el Boston cuando un día -recuerda Pocho- el viejo de Floreal viene y me dice: 'Vos sabés que me habló el Negro Felipe (un experimentado boxeador y amigo de todos en el barrio), y quiere llevar a Floreal a hacer boxeo al Canillitas. Y sabés qué pasa, mañana me van a traer unos guantes. ¿Vos no te animás a probarlo allá, en el fondo de casa?' 'Y bueno viejo', le dije. Y al otro día le pusimos los guantes...y claro, no tenía técnica, pero, pah' ¡era un torbellino desatado! Después, el viejo me pregunta: '¿Y, qué te pareció?' Le digo: 'Me encantó'.
Ahí es que lo llevan al Boxing Club Canillitas, que quedaba en la calle Timoteo Aparicio. Y nos fuimos todos a practicar allá: el Coreano, Tomasito, Floreal y yo.
Los sábados se realizaban allí los llamados Torneos barriales, en largas jornadas donde se hacían
10 peleas. Ahí Floreal debe de haber ganado ocho o nueve. No sé... no recuerdo exactamente. Claro, no eran peleas oficiales ¿no?, pero eran campeonatos amateur que organizaban los clubes de box. Había un montón de instituciones: El Canillitas, el Guillermo Llorca, Cerro, Peñarol, Nacional, el Policial, Villa Española, Olimpia, Wilson, Unión, Cap Arcona, el Maroñas y otros".
El campeón uruguayo
Su primera pelea oficial fue con Domingo Gómez, en un debut en el Palacio Peñarol, donde perdió por puntos. Después ganó la segunda, la tercera, y ya las ganaba todas. Luego llegó el torneo "Leonicio Iglesias", en la categoría Mosca, donde derrotó por puntos a Wellington Vilela. La crónica del vespertino El Plata destacaba: "Ambos pugilistas se dieron enteros, buscando cada uno la oportunidad adecuada para dominar a su oponente. Triunfó Floreal García porque empleando debidamente ambos puños, imprimió a la pelea un ritmo intenso y rápido".
Eran peleas increíbles, que llenaban el Palacio Peñarol. Pero no sólo las suyas; también las de otros de la misma categoría, como Jorge González, Gregorio Rodríguez, Abel Araujo y Wellington Vilela. En el
62 va a un campeonato latinoamericano en Buenos Aires. Allí tiene un problema hepático. No lo querían dejar pelear, pero pelea igual y entra tercero.
Se hace después el selectivo del
63 para el Panamericano de San Pablo. En el peso Mosca va él; en el peso Gallo, Washington Cuerito Rodríguez; en el peso Pluma, Opalón Aguiar. También van en Ligero Washington Trápani, Carlos Franco en Mediano y en la categoría Pesado va el Gordo Aguilar.
Juan Zurdo Ferreiro vivió siempre en Enrique Castro. Es tres años menor que su amigo Floreal. Iban juntos a la escuela de General Flores y José María Guerra. Fue su sparring en la época del Olimpia, en la Ciudad Vieja. "Eramos los que abríamos el gimnasio a las cuatro de la tarde. Ibamos a buscar la llave al viejo bar El Hacha. Ahí comprábamos un litro de queroseno (para la caldera del gimnasio). Salíamos a correr, hacíamos gimnasia, guantes, cuerda, puching-ball. Eran cuatro o cinco horas por día, y después nos tomábamos un yogur. Floreal era un buen compañero, un muchacho que no fumaba (tenía unos pulmones de acero). En esa época, con nosotros entrenaba también Júpiter Mancilla -un ídolo de Floreal-, que peleó varias veces con el campeón mundial en la categoría, el argentino Angel Caballo".
Una decisión crucial
Faltaban muy pocos días para la partida hacia las Olimpíadas de Tokio, cuando anunciaron que Floreal había abandonado la concentración. Su decisión implicaba, en la práctica, el abandono de la carrera.
Son muchas las especulaciones con respecto a esa actitud. Qué le pasó a ese deportista disciplinado, que nunca faltaba a sus entrenamientos, que no tomaba ni fumaba, que aceptaba las normas más duras desde los primeros años de entrenamiento. Y por qué hacer eso justo en el mejor momento de su carrera, cuando iba a realizar -según todos los testimonios- uno de sus máximos sueños deportivos, que era ir a las Olimpíadas.
No existe una sola explicación. La que parece más firme es el desaire de los dirigentes, ante la promesa de aliviar un poco su situación económica consiguiéndole un trabajo. "No te preocupes, vas a tener todo resuelto", le habían dicho los que regenteaban el box nacional. Los señores de cuello duro, vinculados al poder. Pero la cuestión es que el tiempo pasaba, y ni noticias. Y la falta de palabra no era poca cosa para Floreal. El sí, había cumplido: se había venido de San Pablo nada menos que con el título Panamericano bajo el brazo. Lo mínimo que podía esperar era que el reconocimiento se hiciera efectivo.
La angustia económica no sabe de triunfos deportivos. ¿De qué te sirven si no tenés ni para el ómnibus? El campeón necesitaba seguridad económica: un sueldo para poder vivir y financiar su carrera.
Floreal era el tercero de seis hermanos: Mary y Aidé son mayores que él; lo siguen Rocío, Uruguay y Luis. La madre, Elbia Larrosa, se había ido de la casa cuando Floreal tenía sólo 13 años. Su padre -que también se llamaba Floreal y trabajaba como vidriero- hizo lo que pudo, pero sin duda la vida de esa familia no fue fácil.
Su hermano Uruguay también llegó a subir a un ring -fueron sólo tres peleas- "pero era un desastre", reconoce.
El tiene otra opinión sobre la deserción de Floreal a las Olimpíadas: "Yo creo que un hecho que incidió para que Floreal no quisiera ir a Tokio fue que no estuvo de acuerdo con el cambio de técnico que hicieron los dirigentes. Ellos sacaron a Pedro Carrizo, que era del club Olimpia y con quién él se sentía a gusto, y colocaron a Francisco Costanzo, que era del Club Nacional".
Por su parte Rocío, la hermana menor, cuenta: "Eramos muy compinches con Floreal, íbamos a la escuela juntos y a mí me gustaba jugar con él. Yo lo acompañaba en bicicleta cuando trotaba para perder peso, le aprontaba el bolso, las vendas y todo el equipo para el gimnasio".
Rocío vive hoy con su esposo Carlos y sus hijos Carlos y Gustavo en Jardines del Hipódromo. "Cuando él dijo que no iba a Tokio, no habló más. Después vinieron a buscarlo mil veces y no había caso, era de una sola palabra. Yo creo que no le gustó que a sus amigos del barrio -que lo habían acompañado a San Pablo- no los trajeran en el avión. Floreal llegó tan mal aquella tarde al Aeropuerto de Carrasco que se negó a subir al Cadillac desde el cual debía ir saludando a la afición, y se vino en el camión con la muchachada del barrio".
Le gustaba estar con la familia, con los amigos. "Rechazó muchas invitaciones para fiestas porque prefería quearse con nosotros. Una vez salió de ganar una pelea y se fue con los muchachos a tomar el ómnibus. En eso, alguien desde un coche de lujo lo reconoció y quiso traerlo. Mi hermano le agradeció y le respondió: 'Yo vine con ellos, y me voy con ellos'. Cuando decidió no ir a las Olimpíadas, por la puerta de casa desfilaron para convencerlo de que cambiara de actitud. Los vecinos no entendían lo que pasaba, con tanto colachata en la cuadra. Al final insistieron tanto que, una tarde, cedió. Armaron de apuro la concentración y planificaron su entrenamiento, todo contrarreloj".
Días después, en todos los diarios se publicó la noticia de que Floreal García se había escapado de la concentración y no se conocía su paradero. Meses después nos enteramos de que estaba en Minas, donde estaba viviendo Pochito García. Al poco tiempo se ennovió y se casó con Mirtha Yolanda Hernández -una gurisa del barrio, amiga de toda la familia- y cambió su vida."
Como una premonición, aquella muchacha, que siempre había estado enamorada de Floreal, le había confesado a Rocío: "A Floreal lo voy a acompañar siempre, a los mayores triunfos o al fondo de una cuneta".
A esa altura él trabajaba en Cuoopar, la textil de Centenario e Industria, y su carrera de boxeador fue quedando en el pasado.
La clandestiniad, la cárcel, el exilio en Buenos Aires...
Ya se hablaba poco de él, cuando en
1971 su nombre fue noticia nuevamente. Esta vez sin el glamour de antes: había caído preso como integrante del MLN-Tupamaros. Quién sabe por qué caminos lo había ganado la preocupación por lo social, como a tantos jóvenes de aquella época.
Primero lo tuvieron en Jefatura y después fue trasladado a la cárcel de Punta Carretas. En
1972, tras múltiples gestiones de sus familiares, fue liberado. El había optado por no participar de la fuga que tuvo lugar el 6 de setiembre de 1971, que involucró a 106 tupamaros. Sus compañeros le habían recomendado que se quedara; que tenía posibilidades de salir pronto. Pero en el interín el gobierno de Pacheco Areco estableció el Estado de Guerra Interno, dando intervención al Ejército. Los presos políticos quedaron bajo control militar. "Ahí fue cuando a mi hermano lo trasladan a Punta Rieles (recién comenzaba a funcionar ese penal y todavía no estaba destinado a albergar mujeres), donde las condiciones fueron mucho más duras".
Rocío y Carlos recuerdan cómo fueron sus últimos contactos con Floreal: "Mi cuñada se mueve y logra que le otorguen el habeas corpus y que salga exilado para Chile, en febrero del
72. Luego ella viaja con Amaral, que era un bebé. Cuando lo despedimos en el aeropuerto fue la última vez que yo vi a mi hermano vivo. Cuando el golpe de Pinochet en Chile, ellos se van a Buenos Aires. Carlos, mi esposo, que estaba allá, trabajando en una fábrica, se contacta con Floreal y se encuentran en la puerta de un cine, y Carlos llega a ir de forma compartimentada a una casa donde Floreal vivía. 'Es por tu seguridad, yo ya estoy jugado', le dijo. Es la última vez que Carlos lo ve".
Uruguay García (hermano de Floreal): "Estoy dispuesto a seguir buscando justicia"
El 20 de diciembre de 1974 la radio informó que en las afueras de Soca se encontraron cinco cuerpos acribillados. Así recuerda aquellos hechos Uruguay, hermano de Floreal: "Fuimos a reconocer el cuerpo de mi hermano, pero ese día no nos dejaron verlo. Claro, lo habían torturado 39 días... Sólo pudimos hacer el reconocimiento al otro día en la Jefatura de Policía de Montevideo. Después comenzamos la búsqueda de mi sobrino Amaral. Viajamos a Buenos Aires y fuimos a la embajada uruguaya, a la Policía, y en todos lados nos decían que no sabían nada. Después de mucho dar vueltas sin ninguna respuesta nos recibió el propio presidente Juan María Bordaberry. Fuimos mis hermanas Mary, Aidé y yo, a la casa de Suárez y Reyes. Y lo que recuerdo es que él dijo que ya sabía que era así, que 'por cada militar muerto, ellos iban a matar a diez tupamaros. Por suerte esta vez mataron sólo a cinco'. Y que con respecto a Amaral, él 'no tenía la varita mágica para hacerlo aparecer'. Después nos dio un pase para hablar con el inspector Castiglioni en Jefatura, y ese señor nos dijo directamente con respecto al asesinato de mi hermano: 'Bueno, antes nos tocaba a nosotros; ahora les tocó a ustedes'.
Fueron muchas las presiones que sufrimos en todos los cuarteles, muchas angustias...
El
5 de febrero de 1975 me llamaron para que fuera al cementerio, a la tumba de mi hermano, que allí iba a encontrar a Amaral. No sé si fue una broma de mal gusto, pero me pasé toda la tarde, y nada.
Luego nos contactamos con las Abuelas de Plaza de Mayo, y ellas nos dijeron que Amaral estaba en Formosa, con una familia de militares".
Amaral había quedado desde el momento de su secuestro en poder de una pareja de integrantes de las fuerzas represivas, Lilián Dorothy Ramona Calderón y José Antonio Moreno, quienes lo inscribieron como hijo propio. Estas personas fallecieron y Amaral quedó a cargo de quienes figuraban como sus abuelos maternos. Al morir estos, el niño pasó a manos de un falso medio hermano que trabajaba en el Servicio de Inteligencia del Estado, y él fue quien se lo llevó a Formosa.
"No teníamos medios para ir hasta allá a buscarlo, por eso hablamos con (el ex senador) Germán Araújo, que nos ayudó. Así pudimos traer en
1985 a Amaral de nuevo a Uruguay".
Consultado acerca de si está en contacto con las organizaciones de derechos humanos, respondió: "Yo estoy dispuesto a seguir buscando justicia; lo estuve cuando la Dictadura, ¿no voy a estar ahora?
Una placita en Los Olivos
Hoy, a más de 30 años de su desaparición forzada, los vecinos rinden homenaje al amigo: en el cruce de Torricelli y Chapicuí, un rinconcito del barrio se llamará Plaza Gualberto Floreal García.
Juan Gargiulo, actual presidente del Centella, cuenta cómo surgió la iniciativa del homenaje a Floreal García. "El club entendió que había que hacer justicia con uno de sus socios. La institución presentó la iniciativa en la Junta Departamental de Montevideo, y comenzó los trámites correspondientes. El proyecto nace en
1998, y fue tomado por los vecinos de Los Olivos y también por parte de la Junta Local de la Zona 11. Luego de la aprobación en la Junta, el proyecto pasa al Centro Comunal, y hace dos años el señor Nelson Gómez nos comunica que ya había salido. Nosotros no podemos dejar de mencionar a los hermanos Humberto y Aldo Bonilla, que también contribuyeron para que esto se pudiera realizar".
La plaza está en construcción. Ya se terminó la base y fueron instalados los juegos infantiles; próximamente se instalará el alumbrado. "Va a venir un arquitecto para definir qué clase de monumento tendrá Floreal. Nosotros calculamos que para mayo o junio, más o menos, se podrá inaugurar".
Los fusilamientos de Soca
El día
20 de diciembre de 1974 cinco cadáveres, acribillados, fueron encontrados al borde de un camino rural, en las inmediaciones de Soca. Las víctimas, que habían sido secuestradas el día 8 del mismo mes en Buenos Aires, eran Graciela Estefanell Guidali, Héctor Brum Cornelius y su esposa María de los Angeles Corbo Aguirregaray (embarazada de cinco meses), y Floreal García Larrosa con su esposa Mirtha Yolanda Hernández. Amaral García -hijo de Floreal y Mirtha, quien sólo tenía tres años de edad- quedó en Buenos Aires, en manos de una familia de policías hasta 1985.
El 7 de noviembre del año pasado, un sobreviviente del secuestro rompió el silencio. Se trata de Julio Abreu, quien entrevistado por el periodista Roger Rodríguez, para el diario La República, relató los hechos que vivió. Extractamos parte de la nota, en la cual además de Abreu también participó Amaral García.
Abreu, que no tenía nada que ver con los Tupamaros (era votante del Wilson), había ido a Buenos Aires a buscar trabajo. El 8 de noviembre de
1974 su hermano lo invitó a un cumpleaños donde había algunos uruguayos que conocía, incluido Floreal. Al llegar, le piden que vaya a comprar un pollo porque la comida no alcanzaba, y Floreal se ofreció para acompañarlo. Llegando a la esquina un comando vestido de civil los secuestró.
Abreu relata: "Fuimos golpeados e insultados y caímos al suelo, me esposaron a una mano de Floreal. Nos pusieron en la parte de atrás de un coche muy amplio (un Falcon). Uno me puso el pie arriba y nos apuntaba. Floreal me dijo: 'Nos van a matar'.
"Yo tenía tres años -interviene Amaral-, no me acuerdo de mucho. Los autos sí. Había autos. Lo del televisor, siempre había tratado de encajarlo en un lugar dentro de mi memoria
. (...) Recuerdo de bajar por una escalerita donde yo me encontraba con mis padres y debajo había un garaje. También recuerdo a mi madre y mi padre durmiendo en el piso y yo en el medio. Era un lugar completamente bañado de creolina". La descripción corresponde al centro de torturas de Automotoras Orletti. Luego los trasladan a dos lugares más.
"En determinado momento -recuerda Abreu- trajeron a Brum y a Floreal. 'Quedate tranquilo' -me dice el petiso Floreal- que a vos no te van a matar'. Estaba destrozado. Tenía quemados los testículos y el pene. No sé dónde no lo habían tocado".

"Fue en el celdario la despedida de mis padres, -recuerda Amaral-. Yo no estaba con ellos. Me tenían en otro lado y me llevaron en un auto. Había una rotonda antes de llegar. Bajé y me llevaban a upa. Entré en un lugar lleno de azulejos blancos, con un piletón. Abrieron una puerta y estaban mi madre y mi padre en un colchón, tapados con una frazada. Me paran junto a mis viejos. Ellos estaban comiendo churros y me convidan... Eso es lo que tengo en la memoria como la última vez que veo a mis padres y que fue como una despedida".
El vuelo cero
Ya en Montevideo, los trasladan a la casa de Punta Gorda, que los servicios utilizaban como centro de tortura clandestino. Relata Brum: "Una voz dura, imperativa dice: 'Bueno, ya los matamos; están todos muertos estos comunistas'. Fue por atrás mío, me puso una mano en el hombro y me dijo: 'Vos quedate tranquilo, a vos no te vamos a matar porque no sos comunista. Nosotros matamos a los comunistas' (...) Me dijo que no dijera nada y que no me fuera del país. 'Así como matamos a estos cinco, si hablás te matamos a vos y a toda tu familia'. Después de muchas vueltas, me hicieron bajar mirando para atrás y me ordenaron que esperara unos cinco minutos. Cuando sentí que se fueron, fui a lo de mi madrina. Y por primera vez, volví a respirar".
El abogado Javier Miranda -hijo de Fernando Miranda, cuyos restos acaban de ser identificados- es representante de Familiares de Desaparecidos y patrocinará la denuncia de Amaral García en el caso de los crímenes de Soca. Se están recopilando documentos para la reapertura de la causa, que fue archivada durante el gobierno de Julio María Sanguinetti. En los antecedentes figuran datos de los familiares, que habrían constatado las torturas en los cuerpos de los asesinados.
Por otra parte, el escritor y penalista uruguayo Carlos Martínez Moreno relata en el libro El color que el infierno me escondiera que hubo una votación en el Consejo de Seguridad Nacional donde se decidió el homicidio de los cinco tupamaros secuestrados. Bordaberry habría dejado constancia en actas de que no acompañaba la medida. Y también recuerda que en aquellos años los militares habían resuelto que por cada militar que muriera en la lucha contra la subversión, asesinarían a cinco guerrilleros.
En declaraciones recientes el ex senador Guillermo Chifflet calificó al quíntuple crimen de Soca como una puesta en escena para "ocultar el crimen del coronel Ramón Trabal en París". Vale recordar que Trabal había sido desplazado a Francia a causa de discrepancias con quienes en ese momento lideraban el proceso. Antes de viajar había comentado a su familia que era probable que atentaran contra su vida. Y la Policía francesa confirmó que el atentado fue realizado por un comando croata de derecha, por encargo.Todas las pesquisas vuelven sospechosos de ordenar el crimen a los propios personeros de la dictadura.
Es sintomático que el
MLN nunca haya asumido la responsabilidad por ese atentado. Chifflet señala que existen pruebas para determinar a los autores de los fusilamiento de Soca.

http://www.chasque.net/vecinet/noti826.htm